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ECONOMíA EN PAGINA/12 WEB
15 JULIO 2001








Debate
crisis

CLAUDIO LOZANO

-“Los mercados nos van a querer arrastrar al caos y la devaluación forzada, con dolarización incluida.”

- “No sólo quieren la rebaja de salarios, también la privatización de la salud y la educación.”

- “Van a bajar los salarios un 20 por ciento para equilibrar el déficit.”

- “Hay que instrumentar ya un subsidio para los jefes de familia desocupados.”

- “Asociarse con Estados Unidos sería una locura.”

JORGE AVILA

- “Si no hay apoyo a las medidas de Cavallo, vamos hacia la devaluación y es el fin del gobierno de De la Rúa.”

- “Si entramos en cesación de pagos, van a caer los ingresos de la población a niveles del siglo pasado.”

- “Si queremos aumentar las exportaciones hay que abrir más la economía.”

- “A los pobres se los ayuda bajando el riesgo país.”

- “Tenemos que entrar al Nafta y ser socio de los ricos.”

 


¿Qué va a pasar?

Por Roberto Navarro

En lo único que se pusieron de acuerdo Jorge Avila y Claudio Lozano es en que el país va camino a la devaluación. El economista del CEMA, centro de estudios acusado por Cavallo de desestabilizar la economía, quiere que el gobierno instrumente la rebaja de sueldos estatales, para asegurar el déficit fiscal cero. El referente económico de CTA, por el contrario, exige que De la Rúa revea su decisión y consiga fondos cobrándole impuestos a los ganadores del modelo. Cash unió en un debate a los representantes de las dos fuerzas que más preocupan al gobierno: los mercados y el movimiento sindical organizado. Avila aseguró que reduciendo los salarios estatales en seis meses se sale de la recesión. Lozano afirmó que esa medida hundiría al país en la depresión económica. El liberal quiere que Argentina ingrese al Nafta; el gremialista dice que es una locura. Cuando se debatió sobre cómo ayudar a los pobres la discusión subió de tono. Lozano exigió un subsidio para los desocupados; Avila insistió en bajar el riesgo país y esperar.
¿Hasta dónde puede llegar la crisis del mercado financiero? ¿Podría caer la convertibilidad?
Claudio Lozano: –La presión del mercado financiero se va a mantener. Lo que buscan es transformar este problema de caja en un cambio estructural. Y no quieren tan sólo la rebaja de salarios, sino también la privatización del sistema de salud y del sistema educativo. Si la clase política afloja, se llevan todo. Si no logran doblegar a los políticos, nos van a querer arrastrar al caos y a la devaluación forzada, con dolarización incluida.
Jorge Avila: –Si los partidos mayoritarios se ponen los pantalones largos y aceptan que la propuesta del ministro es el único camino, quizá zafemos del caos. Pero ni siquiera así estoy tan seguro. También el mercado puede pensar que este ajuste llegó tarde y viene una corrida contra el peso igual. Ahora, si no hay un apoyo decidido, sincero y firme, seguro que vamos hacia una devaluación. Y, además, será el fin del gobierno de De la Rúa.
¿Por qué piensan que se apela a cualquier medida para evitar el cese de pagos, incluso a ajustes que ya demostraron su ineficacia?
J.A.: –La capacidad destructiva de un cese de pagos sólo es superada por la de una devaluación. Volveríamos en términos de credibilidad y riesgo país a 1990. Nos pasamos la década del 80 en semidefault y en 1988 llegamos al default abierto. Así el ingreso per cápita cayó de 1974 a 1990 un 32 por ciento. Volvimos al ingreso per cápita de la presidencia de Avellaneda. Eso pasaría si llegamos a la cesación de pagos. Luego vendría un período de extrema turbulencia política y económica y, finalmente, volveríamos a la convertibilidad. Por eso digo que hay que hacer lo que propuso el ministro.
C.L.: –Esa es la estrategia de siempre: generar temor en la población. Pero no hay que caer en la trampa, porque además se puede ir al déficit cero y pagar la deuda, pero de otra manera. No es cierto que la rebaja de salarios sea la única salida. Tenemos una evasión tributaria y aduanera de 35 mil millones de dólares. Además, el sector público argentino pierde, fruto del régimen privado de fondos de pensión y la rebaja de aportes patronales, 7000 millones de dólares por año. A eso hay que sumarle la pérdida de recaudación por el mantenimiento de la caída del nivel de actividad económica. Si planteáramos una estrategia que invirtiera en los pobres, mediante un seguro para la población desocupada y un aumento de la jubilación, elevaríamos la demanda y la recaudación. Si además restituyéramos retribuciones patronales sobre los grandes contribuyentes de los servicios y las finanzas, que tienen ganancias espectaculares aún hoy, el Estado argentino tendría superávit, incluso pagando la deuda.
¿Puede haber reactivación con rebaja de salarios?
J.A.: –Sin ninguna duda, en la medida en que se tomen las medidas anunciadas con convicción y sin demoras ni excepciones. Una política de déficit cero se va a traducir en una caída del riesgo, un cese en la salida de capitales, una rebaja de la tasa de interés y finalmente en un aumento de la producción. Ese es el ciclo clásico de la economía que se viene dando desde 1985.
Machinea empezó con un riesgo de 550 puntos y la economía no se reactivó.
J.A.: –Tuvo un piso de 550 puntos y la actividad había comenzado a crecer, pero luego Machinea sufrió tres sucesos: una caída dramática del índice de acciones tecnológicas americanas, la renuncia del vicepresidente Carlos Alvarez y su propia falta de convicción, que lo llevó a cambiar de caballo en mitad del río.
C.L.: –La economía no puede ser pensada sólo desde el costado fiscal, pero, en todo caso, debería hablarse de equidad fiscal. Si rebajamos salarios, seguro que vamos hacia una depresión económica profunda. Y hay que aclarar que para llegar a déficit cero, la reducción salarial va a ser del 20 por ciento, porque los números de Cavallo están armados sobre la base de un crecimiento del PBI del 2,5 por ciento. En ese contexto se profundiza el proceso recesivo. La crisis que tenemos es el resultado de las políticas que llevaron adelante Avila y sus amigos.
J.A.: –¿Yo goberné alguna vez?
C.L.: –Usted no, pero sus amigos sí.
J.A.: –También gobernaron sus amigos, como (José Ber) Gelbard y (Bernardo) Grinspun.
Más allá de la coyuntura, ¿cuál es el camino que hay que seguir para que la economía tenga un crecimiento sustentable?
J.A.: –Hay que generar un clima favorable a la inversión en el país. Eso implica un trámite en la justicia imparcial y rápido y una afluencia más rica a la importación y a la exportación. Por ejemplo, ingresar al Nafta determinaría una verdadera explosión de las exportaciones. Un plan sólido debe basarse en un simple cociente: el tamaño de la deuda pública, relacionado con el volumen de las exportaciones. En este momento esa cuenta nos hace inviables. Necesitamos 72 meses de exportaciones para cancelar la deuda. Colombia necesita 18 meses. Chile y México, países que son nuestro norte, pueden pagar su deuda con apenas 8 meses de exportaciones. Los tigres asiáticos necesitan un promedio de 4 meses.
C.L.: –El país debe exportar, pero primero debe fortalecer su mercado interno y manejar una política de comercio exterior diseñada en base al interés nacional. La experiencia de los tigres asiáticos que se mencionaba es un ejemplo concreto de planificación estatal. Ellos decidieron cuál era el tipo de opción productiva que querían tener y concretaron una estrategia de intervención estatal por vía de compromisos expresos de exportación contra subsidios estatales.
¿Por qué creen que piensan tan distinto sobre un mismo tema?
C.L.: –Porque Avila no defiende al país, sino a otros intereses.
J.A.: –Porque Lozano tiene una confusión de padre y señor mío.


ESTRATEGIAS PARA ASISTIR A LOS POBRES

El agua y el aceite

Por R. N.

¿Cómo se debe ayudar a los pobres hasta que la economía se recupere?
Jorge Avila: –Hay que ayudarlos dándoles trabajo. La mejor manera de apoyar a los sectores de menores ingresos es bajar el riesgo país a cero y así reactivar la economía. Así, con el tiempo, van a tener un buen empleo. Esa es la única estrategia sustentable que logrará elevar el nivel de vida de los pobres. No hay milagros, es una salida de largo plazo, pero perdurable.
Los pobres no pueden esperar el largo plazo; tienen necesidades primarias insatisfechas, como alimentarse, que necesitan una respuesta inmediata.
J.A.: –Si hacemos las cosas muy bien, los plazos se van a acortar. En seis meses podemos ir saliendo. Pero atención que el 60 por ciento de lo que gasta el Estado se va en seguridad social. Si no llega y se pierde en el camino es otra cosa.
Claudio Lozano: –Es urgente la implementación de un subsidio para todos los jefes de familia desocupados y un ingreso extra para los hijos menores de 18 años. Además se debe elevar de inmediato el mínimo jubilatorio.
J. A.: –La distribución del ingreso no puede ser la resultante de una revolución.
¿El planteo de la CTA es una revolución?
J.A.: –Está implícito. La justicia en la distribución del ingreso es producto de una mayor educación que eleve a los de abajo en la escala social. Y está demostrado que el mismo crecimiento, como un movimiento endógeno, mejora la distribución de ingresos. Verifiquen que en los países con mayor ingreso per cápita la distribución es más equitativa. Por otra parte vivimos en un país que cuenta con un impuesto a las Ganancias por demás progresivo.
C. L.: –Eso es falso: va a ser progresivo el día que se eliminen las exenciones.
J. A.: –Yo no quiero exenciones. Pero no digamos que el impuesto a las Ganancias argentino no es progresivo. Para los que pagan, es progresivo.
C. L.: –Tampoco para los que pagan, hace rato que las privatizadas tendrían que tributar un impuesto a las ganancias extraordinarias.
J. A.: –Con un desbordado no se puede hablar, no grite: cáyese y escuche.
C. L.: –No grito, le doy argumentos, usted no los tiene.
J. A.: –A usted lo puedo tapar de argumentos.
C. L.: –Sus ideas ya las usamos la década pasada y fallaron. Usted es el pasado, Avila.


¿Cuál es la salida?

¿Cuáles son sus propuestas concretas para sacar al país de la crisis?
J. A.: –Mi propuesta central es que Argentina debe defender a ultranza su estabilidad republicana y su estabilidad monetaria, manteniendo la convertibilidad sólo con el dólar. Además tiene que entrar al Nafta, que en esta época es lo que el Commonwealth británico fue hace 100 años. Ese es el modelo que yo propongo, asistido en lo posible con una descentralización tributaria federal, de manera que las provincias se vean obligadas a hacer un esfuerzo. Así, cuando un gobernador decide aumentar el gasto, se verá obligado a aumentar los impuestos a sus amigos y primos. Así van a ser más responsables.
C. L.: –Aunque no les guste, la única alternativa para salir del estancamiento es una inmediata redistribución del ingreso nacional que le devuelva capacidad de consumo a más de 14 millones de pobres. Eso a través de un subsidio para todos los jefes de hogar desocupados y un aumento de las jubilaciones. El subsidio se financia con la restitución de los aportes patronales, la reestatización del régimen previsional y la eliminación de las exenciones a ganancias. La medida debe ser acompañada por una reforma financiera que ponga a la banca al servicio de la producción y no permita la salida de capitales que huyen del control del fisco. Y una reforma del sistema de comercio exterior que no ponga a la producción nacional a competir con importaciones desleales. Al mismo tiempo se debe instrumentar un fuerte control de las maniobras monopólicas y oligopólicas de las grandes multinacionales para que no trasladen el aumento del consumo interno a precios.

EL ESTRANGULAMIENTO DEL SECTOR EXTERNO

Exportar piedras

¿Cómo se pueden aumentar las exportaciones si la economía no es competitiva?
Jorge Avila: –Debemos ir hacia un régimen de libre comercio que fuerce a la Argentina a conformar un patrón de eficiencia internacional. Un país sólo exporta lo que importa. En la medida en que la Argentina siga obstruyendo la importación con el proteccionismo que impulsa la Unión Industrial, las ventas externas no van a crecer. Si el país quiere exportar 100 mil millones de dólares tiene que aceptar 100 mil millones de importaciones, y para eso tiene que ir hacia un régimen sin barreras arancelarias. Si exportáramos cien mil millones, sólo requeriríamos de 18 meses de exportaciones para pagar la deuda. Y se puede hacer. México pasó del ‘94 al ‘99 de 70 mil millones de exportaciones a 140 mil. Lo que tenemos que hacer es ingresar al Nafta y ser socios de los ricos igual que ellos.
Claudio Lozano: –Una característica clara del ciclo que vivimos en los últimos años es el proceso de degradación del perfil exportador. Si bien hubo un incremento en el monto, el tipo de bienes que se vendieron al exterior se degradó. Nos estamos especializando en renglones de comercio exterior que tienen una tendencia de precios declinante y por lo tanto generan nuevos déficit comerciales que se pagan en términos de mayor endeudamiento.
J. A.: –Lozano dice que hay una degradación de las exportaciones. Yo creo que ésa es una afirmación sin contenido económico, que no puede ser sustanciada. Es una afirmación sin sentido, un vacío conceptual. Lo único importante cuando se exporta es que el exportador gane plata. Ojalá exportáramos piedras ganando plata. Y quiero volver al Nafta para que se entienda que, si nosotros ingresamos al club comercial más importante del mundo, el país estaría bajo el ala de la Reserva Federal. Sería incluso innecesario hablar de dolarización. Ser socios importantes y, seguramente, con el correr del tiempo, privilegiados del bloque comercial del Nafta, permitiría que la Argentina, en situaciones extremas, pudiera disponer de redescuentos para asistir a los bancos en apuros y mantener firme la convertibilidad.
C. L.: –La inserción comercial propuesta por Avila de unirnos al bloque comercial con el que tenemos el saldo negativo más importante en el mundo es una locura. De hecho tenemos una clara situación de competencia con Estados Unidos, por nuestras exportaciones agropecuarias. Comparar nuestra situación con la de México, que tiene una relación con Estados Unidos que pasa por lo geopolítico, me parece una estrategia comercial poco feliz.