TEMOR EN EL SISTEMA POR LA FUGA DE DEPOSITOS

Banqueros con dedos cruzados

En las últimas dos semanas, las colocaciones bajaron 4250 millones, que se amplía a 9200 desde la ida de Machinea. El sistema cuenta con herramientas para responder a la corrida.

Frente a los datos de la crisis, en la city piensan que la Argentina se aproxima a momentos decisivos. La fuga de depósitos y la pérdida de reservas del Banco Central en las últimas dos semanas son los indicadores que más preocupan a los financistas. Después de tres años de recesión y con un gobierno que la mayoría cree débil, la capacidad del sistema financiero era una de las pocas barreras que quedaban para detener la crisis. Pero, día tras día, la contención se va debilitando. Tal vez no tanto por las dudas que pueda generar el sistema en sí mismo sino por la desconfianza del público en la gestión del Gobierno para controlar la tormenta. La huida de depósitos lleva como marca registrada el temor a lo sucedido hace una década cuando las colocaciones fueron congeladas.
Desde que se inició la nueva corrida, el miércoles 4, los depósitos bancarios cayeron en 4250 millones. Y la pérdida se extiende a 9200 millones desde la renuncia de José Luis Machinea, en los primeros días de marzo. Pese a los esfuerzos de Domingo Cavallo por transmitir confianza a los ahorristas, el drenaje no se detuvo como así tampoco la demanda de dólares billete. Precisamente, ya sea por la dolarización de la economía como por la fuga de capitales, las reservas netas del Banco Central bajaron a 20.000 millones de dólares. Esto quiere decir que sólo en los últimos 15 días, la merma alcanzó a 2500 millones. Y prácticamente se triplica si se toma en cuenta que, antes del portazo de Machinea, las reservas totalizaban 27.300 millones.
El Banco Central posee herramientas para enfrentar la corrida. Lo que se desconoce es si serán suficientes. De hecho, ya utilizó algunas, disminuyendo encajes, por ejemplo. Por los capitales que los bancos tienen inmovilizados como requisitos mínimos, el BC dispone de 4000 millones.
Otros 5500 millones saldrían del seguro contingente contratado con bancos internacionales y unos 6500 millones adicionales porque Roque Maccarone podría respaldar la Convertibilidad con esa proporción de títulos públicos en lugar de dólares billete, como lo hace ahora.
El BC fue utilizando parte de sus reservas líquidas para asistir, con 1900 millones de dólares, a los bancos con problemas transitorios de liquidez. En total, con las condiciones actuales, el salvataje del BC podría totalizar un máximo de 16.000 millones. Equivalente a la quinta parte del total de depósitos. A su vez, los propios bancos tienen liquidez en exceso por otros 5000 millones. El temor principal de los banqueros radica en una eventual aceleración de la fuga de depósitos. Recuerdan que en el Tequila se fue el 18 por ciento de las colocaciones en tres meses. Y que ahora se fugó el 5 por ciento en apenas dos semanas.
En las entidades financieras afirman que la semana que se inicia será clave. Si se frena la disparada del riesgo país, la salida de depósitos podría aplacarse, se entusiasman los banqueros. Pero nadie se juega a que ése será, efectivamente, el escenario. Por ahora, sólo atinan a cruzar los dedos.