A los Sobisch

Cuando el pueblo gana las calles es porque durante años estuvo pacíficamente intentando por todas las vías posibles una justicia para sus reclamos que nunca llega. Cuando apareció un nuevo movimiento en la sociedad argentina, los “piqueteros”, o sea los miles y miles de desocupados de los gobiernos dictatoriales y continuado por los grandes “garantistas defensores de la democracia” que con políticas neoliberales han dejado fuera del sistema a todos estos hombres y mujeres en la peor de las miserias, yo les digo: “¿dónde están las garantías constitucionales y las leyes a favor de toda la comunidad?” Estas son las frases hechas a las que recurren los infames como Sobisch que mantiene a un pueblo entero bajo un régimen autoritario al cual le llama o se cree el “garante de la Constitución” y cuando los más desprotegidos, luchadores populares, trabajadores con sueldos miserables dicen basta y salen en un solo grito reclamando ¡justicia! la metodología de los Sobisch apela al recurso de la violencia y el asesinato para acallar el grito que él mismo generó con sus políticas económicas de hambre. Ya nadie engaña a nadie, conocemos todos los discursos, argucias y metodologías que durante tantos años venimos escuchando de estos matapueblos, no se toman ni siquiera la molestia de renovar el discurso o emplear nuevas formas para mentirnos, a pesar de que aun así los descubriríamos, porque –sepan señores garantistas constitucionales de los sectores que siempre se sirvieron del slogan para aumentar sus ganancias–, que no solo estamos alertas, de pie y dispuestos a enfrentarlos, sino que hemos aprendido muy claramente que “los laureles que supimos conseguir”, parte de nuestro himno que ustedes también pretenden utilizar como propio, nosotros sí que los sabemos conseguir día a día en nuestras vidas cotidianas trabajando no sólo para recibir un salario por la tarea realizada, sino para acompañar permanentemente a miles y miles de hermanos/as que no abandonan la lucha por un mundo más justo “para todos”. Las caretas se caen, nuestra dignidad como pueblo no.

Graciela Blancat
DNI.10.548.036