CULTURA › UNA EXPOSICION EN HOMENAJE A RAFAEL ALBERTI
Los años del exilio americano
Una muestra en Madrid recopila materiales de sus años en Buenos Aires y Montevideo.
Por Fernando Samaniego *
Desde Madrid
Un total de 14 piezas, entre liricografías, libros autógrafos y fotografías forman la “Exposición Rafael Alberti”. El material procede de coleccionistas argentinos que tuvieron amistad con el notable poeta español (Puerto de Santa María, 1902-1999) durante su exilio en Buenos Aires en los años cuarenta y cincuenta, como Tuco Paz y la familia del editor Losada, y de los fondos del propio galerista. Durante su exilio americano, en Buenos Aires y Montevideo, Alberti volvió a la práctica de la pintura, su primera afición artística desde que se instala en Madrid en 1917 y se forma en la Escuela de Bellas Artes, en el taller de Vázquez Díaz y copiando cuadros en el Prado. Celebró su primera exposición en el Ateneo de Madrid, en 1922, y después se volcó en la escritura, a partir de Marinero en tierra. Las obras artísticas continuaron en su exilio romano, con una mayor dedicación a la gráfica.
En la exposición que ya se inauguró en Madrid figuran liricografías, dibujos con poemas, hechos en acuarelas y ceras de colores sobre papel, que con frecuencia se publican en la editorial Losada, de Buenos Aires, de la que fue asesor editorial, y en otras revistas y libros en España. También figuran libros autógrafos como Los ojos de Picasso y Miró, con textos a tinta china y dibujos originales a ceras de colores y algunos grabados, fechados en Roma, y un cuaderno autógrafo con siete poemas, de 1940, entre ellos “Se equivocó la paloma”, aunque figura otro poema, “La paloma”, de 1947. Hay dos pasteles y acuarelas sobre papel y cartón, Fundación de Gadir y Bailarina de Gades, que formaron parte de un “homenaje liricoplástico al trimilenario de la fundación de Cádiz”, que se expusieron en la galería Van Riel, de Buenos Aires, en 1953.
También se expone otro libro autógrafo que se presenta como un ejemplar único e inédito, realizado hacia 1950, y que en una nota dice que fue “hecho para Tuco Paz, hombre de letras y embajador argentino”. Se trata de Nuevas conversaciones entre el coño y el carajo, un “poema arábigo-andaluz de autor anónimo”. En el montaje se han incluido fotografías de Alberti con Manuel de Falla y Paco Aguilar en Alta Gracia (Córdoba) en 1945, y de la visita de Juan Ramón Jiménez a Buenos Aires en 1949. En el catálogo de la exposición, el crítico y poeta Marcos-Ricardo Barnatán recuerda su adolescencia en Buenos Aires, donde Alberti “ya era una leyenda”. En las caligrafías poéticas de Alberti encuentra “la tradición vanguardista del poema pintado o de la pintura colmada de escritura”.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.