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Al cumplirse un mes de gobierno, Néstor Kirchner no sólo mantiene un respaldo de más del 80 por ciento, sino que “ya dejó atrás una especie de luna de miel inicial, un cheque en blanco de las primeras semanas de todo gobierno, recogiendo ahora ya un cierto acuerdo con su orientación, sus valores, sus políticas”, define el consultor Enrique Zuleta Puceiro. En el boletín de calificaciones, lo más llamativo es que las buenas notas tienen que ver con estrategias amplias: la gran mayoría le pone entre siete y diez puntos a la independencia reflejada en la invitación a Fidel Castro y Hugo Chávez, y una mayoría similar le pone entre siete y diez puntos a la presencia en el país de Colin Powell o Horst Köhler, como forma de negociar lo que haya que negociar. Las políticas con mejores notas tienen que ver con el enfrentamiento al Poder –la ofensiva contra la Corte o Barrionuevo, los cambios en las Fuerzas Armadas y Policía– y tomar el toro por las astas visitando en persona los lugares con problemas.
Las conclusiones surgen de la última encuesta realizada por la consultora Opinión Pública, Servicios y Mercados (OPSM), que lidera Zuleta Puceiro. Se realizaron 1100 entrevistas directas a ciudadanos de todo el país, respetándose las proporciones por edad, sexo, nivel económico-social y región donde habitan. El trabajo es parte del Monitor de Tendencias Económicas y Sociales que coordinan Isidro Adúriz y Julián Lisa.
En el estudio de OPSM resalta esa especie de libreta de calificaciones que recoge las notas que la gente les pone a las distintas medidas que tomó el Ejecutivo en este mes de gestión.
“Acá no se está discutiendo sobre socialismo o capitalismo –señala Zuleta–, pero sí cuestiones ideológicas de rango intermedio: el lugar del país en el mundo, los valores, la identificación de los adversarios. En ese terreno el Gobierno recoge muy buenas notas y eso ya es más que una luna de miel. Por ejemplo, a los ciudadanos les gusta el sentido de la independencia que tiene Kirchner, una suerte de concepción nacional.”
En el cuadro de calificaciones, una abrumadora mayoría le pone entre siete y diez a todas las políticas. Los dos enfrentamientos más sonados, contra la Corte y contra Luis Barrionuevo en el PAMI, son calificados con nueve o diez por el 65 por ciento de los encuestados, las notas más altas. En un segundo rango de calificaciones altas aparecen la decisión de acercarse a los otros gobiernos latinoamericanos, la presencia de Kir-
chner para solucionar problemas en las provincias y, curiosamente, la solicitud de renunciar al procurador por haber defendido a un acusado por robar bebés durante la dictadura militar. Todo lo que tenga que ver con el robo de niños recoge tradicionalmente los mayores repudios.
En las calificaciones lo que más llama la atención son las similares notas que la gente le pone a la visita de Fidel y Chávez y a la presencia de Köhler y Powell. “El ciudadano cree que los dos aspectos de esa política son compatibles, que no hay esquizofrenia en mantener una postura latinoamericana y no andar a tontas y a locas, sino negociando razonablemente”, concluyó Zuleta.