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Después del eco mediático que tuvo la designación al frente del Fondo Nacional de las Artes de la nunca asumida directora Nacha Guevara, la nueva gestión de la Secretaría de Cultura a cargo de José Nun decidió dar un perfil diferente al organismo, poniendo el énfasis en el cargo del presidente del Fondo, es decir, de quien maneja sus finanzas. Nun designó en este cargo al economista Héctor Walter Valle, miembro del Plan Fénix y presidente de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE). Además, el secretario anunció una reestructuración administrativa y financiera de su área, en función de un presupuesto por objetivos que buscaría una mayor asignación de recursos: “Creo que el año que viene el presupuesto se tiene que duplicar, pero primero está pendiente la reestructuración. No es cuestión de ir con el chambergo a pedir dinero si no se explica primero en qué y cómo se lo va a usar”, subrayó. Los anuncios fueron hechos ayer por la tarde en el Centro Nacional de la Música (la antigua Biblioteca Nacional, en la calle México), en el marco de un acto de entrega de instrumentos destinados a la creación de cuatro nuevas orquestas infantiles y a completar el instrumental de las ocho existentes.
De acuerdo con la ley vigente, el presidente del Fondo Nacional de las Artes debe ser una persona especializada en temas económicos y financieros y Nun detalló que la importancia dada a este cargo con la designación de Valle responde al rol primordial del Fondo, el de ser un “banco para las artes”. “Hemos encontrado un hombre de una trayectoria impecable y transparente y estoy seguro de que la suya va a ser una labor ejemplar”, dijo Nun. Además de una amistad, al secretario y al designado presidente los une la colección dirigida por Nun, “Claves para todos”, en la que Valle acaba de publicar el libro Crisis y reforma económica. Valle fue subsecretario de Programación Económica entre 1989 y 1990 y jefe de asesores del ex ministro de la Producción José de Mendiguren durante la gestión de Duhalde, cargo al que renunció. “Ante la cantidad de negativas que recibió esta secretaría cuando hizo ofrecimientos de cargos en el Fondo a encumbrados personajes del mundo financiero o empresario, le hablé a Valle con mucha cautela”, dijo el secretario. “Pero me encontré con un hombre que llega con ganas de arremangarse y trabajar.”
Respecto de la posibilidad de que este cargo pase a ser rentado, como buscó la anterior gestión, Nun consideró que “sería altamente deseable que nadie trabaje sin cobrar, pero primero hay que analizar que eso sea posible sin alterar las finanzas del Fondo”. Además, el funcionario adelantó que los cuatro actuales miembros del directorio del Fondo (Héctor Tizón, Carlos Paz, Diana Saiegh y Oscar Barney Finn) seguirán en sus cargos hasta el fin de sus mandatos en 2006. La continuidad de los otros ocho directores con mandato vencido dependerá de la decisión del nuevo presidente.
Con respecto a lo que denominó “una reingeniería administrativa y financiera prioritaria”, Nun aclaró que su objetivo principal es el de dotar a la secretaría de un presupuesto mayor, pero para eso debe ser capaz de explicar en qué lo va a usar. Entre otros anuncios, adelantó que se darán funciones específicas al actual subsecretario, José María Paolantonio, cargo que había sido suprimido durante la gestión de Rubén Stella y que fue luego reestablecido por medio de una cláusula que se limita a fijar que debe “asistir al secretario”, sin definir sus funciones. También anunció la designación de Luis Olivera como nuevo director de Administración y consideró que el nuevo organigrama estará completo para fin de febrero próximo. “Me parece indignante cualquier forma de utilización de recursos públicos con objetivos ajenos a una política cultural. Aquí no hay amiguismo ni se alimentan kioscos, como indica cierto folklore de la gestión pública; aquí se diseñan políticas culturales. Tenemos el propósito obsesivo de darle un muy buen uso al dinero público”, aseguró Nun.