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El escritor uruguayo Mario Benedetti fue distinguido ayer, en Madrid, con el Premio Internacional Menéndez Pelayo, en reconocimiento a su trayectoria literaria y “a su compromiso con lo humano en su concreta circunstancia histórica”. Benedetti, de 84 años, consiguió la XIX edición del tradicional premio por unanimidad en segunda votación, tras competir con las 34 candidaturas restantes que se presentaron este año. El Premio Menéndez Pelayo está dotado con 48.000 euros (57.600 dólares) y reconoce la labor de personalidades destacadas en el ámbito de la creación literaria o científica, ya sea de lengua española o portuguesa. El director de la Real Academia de la Lengua Española y uno de los miembros del jurado, Víctor García de la Concha, señaló que el premio otorgado a Benedetti se inscribe en la tradición de reconocimiento a su dimensión humanista, tanto en obras de creación como en ensayo científico. “Se trata de un aspecto universalmente reconocido en su obra”, argumentó García de la Concha en el anuncio del galardón.
La concesión del premio, que también incluye la entrega de una Medalla de Honor de la Universidad Menéndez Pelayo (UIMP), fue anunciada ayer en la Casa de América de Madrid, lugar donde se reunió el jurado, bajo la presidencia del rector de esa institución, Luciano Parejo. De los 35 candidatos a alzarse con el premio, el escritor uruguayo fue votado por 7 jurados, seguido de cerca por el cubano Roberto Fernández Retamar, que quedó a un solo voto de Benedetti. En tanto, el nicaragüense Sergio Ramírez logró cuatro votos, mientras el argentino Pedro Luis Barcia y la brasileña María Gloria Marcondas consiguieron dos votos cada uno.
Según el presidente de la Real Academia de la Lengua Española, a la hora de votar el jurado tuvo en cuenta la contribución de Benedetti al reforzamiento de los lazos de amistad de España y Latinoamérica, objetivo que el premio persigue desde su fundación. García de la Concha destacó que los libros de poesía del galardonado “alcanzan cotas de difusión poco comunes”, mientras que su pensamiento “tiene una presencia activa en las universidades españolas”. Por todo ello, remarcó, “su investigación y cultivo de la palabra contribuyen a la unión entre España e Hispanoamérica”.
Poeta, narrador, dramaturgo y ensayista, Mario Benedetti nació en Paso de los Toros, en Tacuarembó, Uruguay, el 14 de septiembre de 1920, aunque pronto se trasladó a Montevideo, donde desde los 14 años trabajó en los más diversos oficios, desde cajero y empleado público hasta librero y periodista. Director del Departamento de Literatura Latinoamericana de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad de Montevideo (1968-1971), desarrolló en ese período una intensa actividad política como dirigente del Movimiento 26 de Marzo, del que fue representante en la Mesa Ejecutiva de la coalición de izquierdas Frente Amplio.
Su primer libro de poemas, La víspera indeleble, data de 1945. En 1960 publicó La tregua, una de sus obras más famosas junto con su novela Gracias por el fuego (finalista del premio Biblioteca Breve en 1963).
El autor cuenta con más de 80 libros que han sido traducidos a 25 idiomas. Su producción incluye poemas, novelas, cuentos, ensayos, teatro, crónicas humorísticas, guiones de cine, y sus poesías se transformaron en letras de canciones que entonan artistas como Joan Manuel Serrat, Luis Pastor, Juan Diego, Nacha Guevara o Daniel Viglietti. A lo largo de su carrera, Benedetti fue premiado internacionalmente en numerosas oportunidades, como el premio León Felipe a los valores cívicos (1997) o el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (1999). La candidatura de Benedetti al Menéndez Pelayo había sido propuesta por la Academia Nacional de las Letras de Uruguay.
El premio Internacional Menéndez Pelayo se entrega anualmente desde 1987, año en el que se impuso el mexicano Octavio Paz. Desde su primera edición, la lista de galardonados cuenta con nombres como los de Emilio García Gómez, Julio Caro Baroja, Martín de Riquer, Pedro Laín Entralgo, Carlos Fuentes, Jose Manuel Blecua, Fernando Lázaro Carreter, Ernesto Sabato,Francisco Rico, Mario Vargas Llosa y Nélida Piñón, entre otros. Aunque no haya una regla escrita que así lo indique, el premio persigue la tradición de alternar ganadores de uno y otro lado del océano Atlántico, por lo que este año tocaba concederlo a un latinoamericano, ya que en 2004 había recaído en manos del filósofo español Emilio Lledó.