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La primera transmisión llegó hasta Sudáfrica. Fue el 23 de mayo de 1927 y se emitió la ópera Rigoletto de Verdi, en la que Toti Del Monte, Miguel Fleta, Carlo Galeffi y Luisa Bertana actuaron bajo dirección de Gino Marinuzzi. Transcurría el gobierno de Marcelo T. de Alvear. Tras la inauguración llegaron cartas de felicitación desde Uruguay, Chile y Brasil. El locutor Adolfo Sauce, un hombre de estilo sobrio, había empalmado su voz con un transmisor de 5 kw en terrenos del Estado y con una onda de 285 metros para dar el puntapié inicial. La intención era difundir los espectáculos del Colón, para sistematizar un beneficio extra por los conciertos. La radio de la Ciudad, ex Municipal, cumple 75 años.
La idea de armar una radio se le ocurrió a Doña Regina Paccini de Alvear, esposa del presidente y cantante de ópera. El 28 de diciembre de 1923 se firmó un decreto que autorizaba la creación de una emisora para difundir oficialmente “La Temporada de óperas y Conciertos desde el Teatro Colón”, bajo la sigla Los Broadcasting Municipal. Con el tiempo, la emisora siguió en pleno crecimiento y las voces del radioteatro inundaron el dial: Milagros de la Vega, Roberto Escalada, Luis Medina Castro, Perla Santalla, Tincho Zabala, Claudio García Satur, Luisa Vehil, Arnaldo André, José María Langlais, Hilda Bernard y Elena Tasisto, entre otros, pasaron por allí. En 1934 los diarios publicaban que “en la broadcasting Municipal viene destacando su actuación la cancionista Niní Marschald (sic), cuyo nombre va adquiriendo sólido prestigio”. También probaron sus micrófonos Eddie Kay y su Alabama Jazz Band, Raúl Sánchez Reinoso y los Santa Paula Serenaders, Blackie, Juan Carlos Thorry, Enrique Santos Discépolo, Atahualpa Yupanqui, Aníbal Troilo, Enrique Villegas, Astor Piazzolla, Ariel Ramírez, Roberto Grela y Domingo Cura.
La época de oro de Municipal estuvo a cargo, en parte, de Virgilio Tedín Uriburu, a fines de los ‘50 y principios de los ‘60. La radio ya competía con la TV y las emisoras habían rediseñado sus programas: Cacho Fontana, Antonio Carrizo y Héctor Larrea estaban al frente de la renovación. Municipal terminó cobijando a la bohemia porteña. Ricardo Constantino, responsable artístico, se daba el lujo de poner a Antonio Porchia a leer sus Voces y Jorge Luis Borges y Ernesto Sabato eran los “charlistas”. Marcos Mundstock dio allí sus primeros pasos. También estuvieron Eduardo Mallea, Victoria y Silvina Ocampo, Olga Orozco, Ricardo Molinari, Carlos Mastronardi, Alberto Girri, Roberto Aulés, Angel Battistesa, Pablo Neruda, Julio Cortázar y Gabriela Mistral. La radio transmitía desde el sótano del Colón aunque se pasaron recitales del Coliseo, el Auditorio Belgrano, el San Martín, la Plaza de la República y el Presidente Alvear. Del Colón se mudaron en 1970 al C. C. San Martín, donde aún hoy se encuentra. La FM nació tres años después, también con una programación clásica, pero con el tiempo viró exclusivamente hacia el tango. Durante los ‘80, mucho material considerado invaluable desapareció: decenas de artistas grabados en vivo ya no están. “Algunos fueron detectados fuera del país, en manos de coleccionistas”, dice Rómulo Berruti, que hoy conduce “Detrás del espejo”.
El decreto 411 de Carlos Menem (el 8 de mayo de 1997) asignó al Gobierno de la Ciudad la frecuencia 1110 khz, con potencia de 25 kw en el servicio diurno y 5 kw en el nocturno. La licencia de la 710 quedó entonces en manos de Daniel Hadad, tras una por lo menos polémica adjudicación. Su nueva posición y baja potencia le hizo perder oyentes, cuando el gobierno de la Ciudad pasaba a manos autónomas. Municipal comenzó esa etapa el 1º de enero de 1998, y el director Rubén Machado declaró: “El personal está muy dolido, y yo –aunque tengo la piel muy curtida después de cuarenta años en el medio– tampoco me siento muy bien”. Con la llegada de Juan Alberto Badía a fines de 1999, la radio cambió de imagen y refrescó la grilla de la AM y la 2x4 (FM 92.7). Municipal se convirtió en De laCiudad. Quique Pesoa y Jorge Dorio se hicieron cargo de la mañana en un intento por convertir la emisora en la radio del vecino. El problema actual, claro, es que los vecinos no escuchan la señal con claridad. En Sudáfrica no se escucha desde hace rato.