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El banco italiano IntesaBCI, controlante del Sudameris, negó ayer que tuviera planeado realizar un aporte de capital al banco argentino por 100 millones de dólares. Lo hizo a través de un comunicado, desde sus oficinas centrales en Milán, para desmentir versiones en tal sentido publicadas en Argentina. El Banco Central y el Sudameris habían informado que la entidad recibiría ayer 100 millones de dólares desde Italia, pero en lugar del dinero llegó el comunicado. De todos modos, tanto el Central como el banco insistieron en que el proceso de capitalización sigue en pie. Pero desde el Sudameris admitieron que “los planes de apoyo (externo) están sujetos a las aprobaciones formales y por lo tanto aún no podemos dar a conocer sus detalles”. Lo cierto es que por ahora continúa la indefinición, tal como ocurre con el resto del sistema financiero, sometido a un difícil proceso de reestructuración.
Fuentes oficiales habían dicho a Página/12 que el Sudameris y el Société Générale abandonarían la Argentina y que, hasta tanto el Gobierno les encontrara nuevos dueños, serían administrados por el Banco Nación. La información fue desmentida por ambas entidades, por el Central y por el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof. En el caso del Sudameris, se aclaró que ya estaba resuelta la inyección de capital. Pero IntesaBCI lanzó un comunicado en el que asegura que no hará ningún aporte mientras el Gobierno no formule un plan creíble de reestructuración del sistema financiero. Añadió que “continúa monitoreando, en estrecha colaboración con el Banco Central, la evolución de la crisis de liquidez en la Argentina, que también afecta a la filial”, el banco Sudameris.
La crisis de liquidez se agudiza con el permanente drenaje de depósitos. En lo que va del mes salieron del sistema 1180 millones de pesos. De ese total, unos 420 millones fueron recuperados por los ahorristas mediante acciones de amparo. La crisis de confianza y las dificultades del Gobierno para consensuar una solución al corralito producen una transformación del sistema bancario descontrolada. El proceso de reemplazo de un sistema por otro continúa, sólo que nadie lo dirige. Hasta ahora todo lo que pudo hacer Economía y el Central fue reaccionar ante los acontecimientos. Al Scotiabank lo suspendió en principio por 30 días, y luego por 30 más; al Suquía y al Bisel los mantuvo cerrados dos días, hasta que ayer permitió su reapertura bajo la administración del Banco Nación, situación en la que también se encuentra el Banco de Entre Ríos.
Marc Vives, presidente del Société Générale, criticó al Gobierno por su “lentitud” y por mantener “muchas cosas irresueltas a cinco meses de la devaluación”. Lo hizo al mismo tiempo que insistió en que la voluntad de la entidad es permanecer en el país, y subrayó que su funcionamiento es “totalmente normal”. Por otra parte, consideró factible que los bancos devuelvan los depósitos, en el marco de un acuerdo global, pero señaló que los ahorristas deben “terminar con la ilusión de que se pueden devolver dólares”.
Parece difícil que la delicada tarea de reconstrucción del sistema financiero pueda encararse con éxito cuando el presidente del Banco Central reconoce que está ansioso por abandonar el puesto. Con una situación tan precaria y con tantas dificultades para hacer proyecciones, los bancos deben pensar mucho antes de tomar cada decisión. El francés Crédit Agricole, ex controlante del Suquía, Bisel y Bersa, justificó su alejamiento del país en que el marco general no le permitía seguir haciendo negocios normalmente. De allí que resolvió cortar los aportes de capital a sus filiales. Carlos Reutemann, gobernador de Santa Fe, adonde el Bisel es un banco de peso, cuestionó duramente la actitud de los franceses, calificando su controvertida decisión como “una irresponsabilidad total”. La opinión es compartida por analistas del sistema bancario que suelen actuar como voceros del establishment financiero. El Bisel y el Suquía reabrieron ayer normalmente, aunque tanto en Santa Fe como en Córdoba se formaron largar filas desde temprano frente a las entidades para retirar dinero o completar distintos trámites bancarios. Otra novedad fue aportada por el directorio del suspendido Scotiabank Quilmes, que salió a aclarar que si bien los fondos de los ahorristas están inmovilizados, los clientes con cuentas sueldo pueden retirar el dinero. Para aquellos que tienen saldos por remuneraciones no cobradas al 18 de abril también pueden hacerlo, ya que Sedesa, la aseguradora bancaria, aportó 14,2 millones de pesos.