El Mundial de Vóleibol “Argentina 2002” finalizó el último domingo en el estadio Luna Park, pero los análisis económicos y organizativos parece que continuarán algunos días más hasta conocer sus resultados. El presidente de la Federación Argentina (FAV), Mario Goijman, estimó ayer que el déficit que arrojará la competencia estaría cerca de los 600 mil pesos. “Pérdidas tuvieron todas las sedes, sin excepciones. Pero es difícil calcular el monto porque nos falta saber cuánto será lo que nos envíe la Federación Internacional (FIVB) por los derechos de marketing, y también se deben ajustar las cuentas con algunos proveedores”, explicó Goijman. Precisamente, ese dinero que se espera de la FIVB, generó una disputa con Rubén Acosta (titular de la FIVB), y hasta con el secretario de Deportes, Daniel Scioli.
Goijman calificó como “insólito, sin lógica ni coherencia”, que la FIVB gane tres millones de dólares con el Mundial y el país organizador tenga déficit: “Quizás supusimos que la FIVB iba a tener más interés en el éxito del Mundial en lo económico, para que el organizador no se quedara con quebranto, pero nos equivocamos”.
La semana pasada, Goijman volvió a insistir públicamente para que la FIVB reintegre cuanto antes ese monto, para poder cumplir con todos los compromisos asumidos en las diferentes sedes. Como a Acosta no le cayó bien que esa petición se diera a conocer oficialmente, enseguida salió al cruce señalando que “Goijman puso muchas piedras en el camino, y hubo fondos que no se aplicaron exclusivamente para el Mundial. El campeonato se hizo gracias a (Daniel) Scioli”. En ese marco, Goijman aclaró ayer que “la respuesta de Acosta quizás fue culpa de su alto perfil, o a lo mejor me vio como una amenaza política”. Y agregó: “No le escondimos nada a nadie. No jugamos sucio. Me siento muy dolido por la actitud de la FIVB en querer buscar permanentemente el pelo en la sopa, o cosas raras donde no existen, o hacer acusaciones infundadas que duelen porque trabajamos con una transparencia absoluta”.
En relación a la Secretaría de Deportes, el directivo señaló que “Scioli nos ayudó mucho porque nos cumplió en todo lo que había prometido. Después queda a criterio de cada uno pensar que el Mundial se hizo por él. Scioli asumió en enero y nosotros estuvimos trabajando desde hace tres años y medio”. Por su parte, Scioli, actual candidato a jefe de Gobierno de la Ciudad, dijo el último lunes: “No voy a entrar en polémicas, cada uno sabe lo que hizo para que esto se concrete”.
Asimismo, Goijman reconoció que cuando se designó la sede del Mundial, en noviembre de 1998, esperaba que el torneo “generara una utilidad que permitiera vivir sin sobresaltos durante varios años”. Y remarcó que “al principio nos basábamos en otras premisas. Hablábamos de una recaudación por marketing de tres millones de dólares, y al final no llegamos a un millón. Fijamos una popular de diez dólares, razonable para los precios del fútbol y los valores internacionales, pero no se pudo implementar”.
Mientras el festejo brasileño ya entró en la historia, los cuestionamientos y las acusaciones siguen presentes.