En River hay muchos planes pero poco dinero. Hay una enorme necesidad de alterar el panorama, después del histórico último puesto en el Apertura cuyo campeón se está decidiendo, pero esa necesidad de resultados se extiende a la tesorería. Ninguna de las operaciones planeadas para reforzar el equipo que Néstor Gorosito conducirá a partir del 5 de enero próximo aparece como relativamente viable a partir de las apetencias de clubes, empresarios y jugadores y la evidencia de lo que puede pagar River: le piden millones, pero el Millonario no los tiene.

El protesorero Héctor Cavallero confió ayer que “Ariel Ortega va a volver” al club, pero las negociaciones emprendidas para lograr el regreso del ya veterano volante avanzan con dificultades cuando no se estancan o amenazan con caerse. Así, pese a las declaraciones de buena voluntad, se mantiene un enorme abismo entre lo que ofrece el club de Núñez y lo que pretende. Independiente Rivadavia de Mendoza, que lo contrató a mitad de temporada.

“El tema está un poco complicado. Si no se puede, no se puede, aunque vamos a insistir para que venga y vamos a hacer todo el esfuerzo para recuperarlo”, sostuvo Cavallero.

El club mendocino invirtió un millón y medio de dólares en la contratación del jujeño (medio millón por el préstamo de un año, un millón de contrato al jugador) y pretende recuperar la inversión, pero River sólo ofertó 250 mil dólares. Independiente Rivadavia pagó la totalidad del préstamo y el 80 por ciento del contrato de Ortega (en total, 1,3 millón) y como ya lo usó medio año, podría exigir recuperar el resto del contrato (la mitad de lo que ya abonó, 650 mil dólares), pero la diferencia sigue siendo grande. Una variante que intentó River –dar jugadores en préstamo, como Barrado o Archubi– no cuajó en tierra cuyana.

Los dirigentes de River habían quedado en realizar ayer una segunda oferta, pero como el presidente de Independiente Rivadavia, el empresario Daniel Vila, no recibió llamado alguno, declaró rotas las negociaciones, aunque se especula que éstas continuarán, probablemente después de las Fiestas.

Cavallero apuntó que River debe ser “cuidadoso en lo económico”, pero admitió que, a la vez, necesita ser “protagonista absoluto” en el próximo Clausura, para lo que necesita concretar la llegada de refuerzos.

El interés de Gorosito por Pablo Guiñazú, el volante argentino del Internacional de Porto Alegre, reciente campeón de la Copa Sudamericana, abrió las conversaciones entre los dirigentes brasileños y los del club de Núñez. Pero, aunque el jugador todavía no fue tasado (su pase puede costar entre uno y tres millones de dólares y el club gaúcho no tiene apuro por venderlo), River precisa concretar alguna venta para reunir el dinero: Diego Buonanotte o Radamel Falcao serían los jugadores por los cuales la institución podría generar un ingreso llamativo.

La alternativa para el puesto de volante central es uno de los jugadores que estuvo hasta el domingo a las órdenes de Gorosito en Argentinos, Juan Mercier. Pero el club de La Paternal se despachó con una cotización de cuatro millones de dólares y esa cifra enfrió notablemente las conversaciones.

El otro puesto que Gorosito quiere reforzar es el de primer marcador central. La preferencia del entrenador era el uruguayo Diego Lugano, jugador del Fenerbahce turco pero la cotización era elevada. Hubo un tanteo por el chileno Gary Medel, pero la Universidad Católica lo tiene tasado en siete millones de dólares, y pediría cuatro millones por la venta de la mitad del pase. El ex Vélez Fabricio Fuentes, actualmente en Villarreal y varias veces vinculado con una posible llegada a River, vuelve a ser mencionado en estas instancias.