Las prioridades que tiene Racing para ordenarse institucional y futbolísticamente parecen inabarcables. Las deudas, el desorden y el constante miedo de la Promoción que dejaron estos últimos 11 años de angustias parecen difíciles de solucionar. Sin embargo, el flamante presidente de la institución, Rodolfo Molina, confió en que Racing “es un gigante que se va a despertar”, con el objetivo de volver a los primeros planos. “Las prioridades esenciales son todas y hay que tomar medidas inmediatamente para dar vuelta la historia”, remarcó con optimismo el dirigente que afirmó que apuntará a que el equipo ocupe el lugar del “tercer grande” en el fútbol argentino.

“Queremos recuperar al club como institución grande, es un gigante que cuando se despierte y empiece a caminar va a estar siempre peleando arriba”, señaló Molina, quien ganó con comodidad los comicios y ayer ya entró en funciones con los integrantes de su lista, Racing Vuelve. “Los primeros seis meses van a ser duros. Pero vamos a traer refuerzos de jerarquía para que nos saquen de esta incómoda situación”, aseguró.

Lo cierto es que en la caja del club no hay dinero disponible para comprar jugadores: sólo 1,9 millón de pesos y un déficit mensual de un millón y medio. No obstante, Molina reconoció que a “los futbolistas no los va a traer Racing sino inversores”. Al respecto, quienes suenan como los nombres más cercanos a llegar al club son los de Alejandro Gómez, Mariano Pavone, Enzo Pérez y Neri Cardozo.

De todas maneras, la idea futbolística a largo plazo es clara: “Vamos a trabajar para que el 80 por ciento del plantel sea del club”. Siguiendo ese proyecto, Molina le ratificó el puesto a Juan Manuel Llop y además dispuso que Miguel Colombatti trabaje en inferiores como coordinador.

“Todo está pensado para salir de esta situación. La continuidad de Llop, que realizó un buen trabajo, y el trabajo que realizará Miguel”, dijo el presidente electo, quien sostuvo que igualmente “las prioridades son todas”, no sólo el fútbol. Es ese aspecto, lo que Molina buscará es aumentar al doble la masa de socios que tiene el club (actualmente cuenta casi con 20 mil), y recomponer el agujero económico en el que está sumergido el club (22 millones de pesos de pasivo no verificado y un poco más de 40 millones que dejó de herencia la gestión de Blanquiceleste).

Además, el nuevo presidente ratificó que dejará de alquilarle el estadio a Independiente, que hace más de un año juega en Racing. “Acá empieza un nuevo camino por recorrer”, concluyó. Y eso es lo que esperan los hinchas.