Temple, eso les pidió Sabella a sus jugadores en la previa al partido. Y eso mostraron. Jugaron un partido áspero y lo sacaron adelante, para terminar imponiéndose frente a Nacional en el estadio Centenario por 2-1 (3-1 en la general), con dos goles de Boselli –la figura–, y acceder así, por quinta vez en su historia, a la final de la Copa Libertadores. El otro finalista se definirá hoy cuando, en Porto Alegre, se midan Gremio y Cruzeiro (la serie está 3-1 a favor de los Belo Horizonte).

Nacional salió a jugar con decisión, pero con pocas ideas. Se repetía en centros imprecisos y trataba de jugar en campo de Estudiantes, pero no conseguía generar peligro frente a Andújar, que se mostraba seguro. En ese marco, Estudiantes fue inteligente. Trató de bajarle el ritmo al partido y buscó generar peligro en jugadas de pelota parada. Un planteo modesto pero conveniente, sobre todo ante la ausencia de Verón.

El público local jugaba también su partido. Empujaba a sus jugadores para la gesta heroica, pero éstos no estaban bien con la pelota y, para colmo, perdían sus duelos con los rudos defensores del conjunto platense que, con Schiavi a la cabeza, metían pierna a lo loco; aunque a la hora de salir, elegían reventar la pelota.

Las más claras de Estudiantes en la primera parte las tuvieron Enzo Pérez y Boselli. En la primera, el volante desbordó por la derecha y, mientras la Gata Fernández y Boselli esperaban el pase, dejó el envío en las manos del arquero Muñoz. En la otra, luego de un tiro libre desperdiciado por Benítez, Boselli conectó un centro de Díaz con un remate desviado.

Nacional pudo abrir la cuenta con un remate de Lodeiro, que había ingresado por Matute Morales tras el entretiempo, y no terminaba de lamentar esa chance cuando los platenses se pusieron en ventaja. Fue tras un error defensivo de Coates, que la Gata Fernández aprovechó para habilitar a Boselli, que definió con un toque de zurda por arriba del arquero Muñoz. El gol fue un golpe duro para los uruguayos, que quedaban obligados a marcar tres goles para alcanzar la final.

Pérez tuvo una chance clara para ampliar la ventaja, pero su remate cruzado se fue apenas desviado. En el fervor de la lucha, Andújar, impecable, le atajó una buena chilena a Arismendi para estirar su record de valla invicta en la Copa Libertadores que, sin embargo, terminó cortándose en 801 minutos cuando, a los 75, Medina anotó la igualdad.

Entonces Nacional se le fue encima a Estudiantes. El ex Boca Mondaini estuvo cerca de anotar para la victoria de los locales. Pero la noche estaba para los platenses. Lo remató Boselli, en tiempo de descuento, con una muy buena definición frente a Muñoz, para meter a Estudiantes en la final y, de paso, vengarse de aquella final del 1971 que los uruguayos le arrebataron en Lima, con goles de Víctor Espárrago y Luis Artime.

1- NACIONAL

Muñoz; Victorino, Coates, Romero; M. Rodríguez, O. Morales, Arismendi, F. Domínguez; A. Morales; Mondaini, Medina.

DT: Gerardo Pelusso.

2- ESTUDIANTES

Andújar; Ré, Schiavi, Desábato, Díaz; E. Pérez, M. Sánchez, Braña, Benítez; Boselli, G. Fernández.

DT: Alejandro Sabella.

Estadio: Centenario.

Arbitro: Carlos Amarilla (Paraguay).

Goles: 52 y 90m Boselli (E), 75m Medina (N).

Cambios: 46m Lodeiro por A. Morales (N), 59m García por F. Domínguez (N), 68 Salgueiro por G. Fernández (E) y A. Fernández por M. Rodríguez (N), 71m Galván por E. Pérez (E), 90 Calderón por Boselli (E).