Mientras los clubes de Primera reciben sólo el dos por ciento de los dividendos que genera el negocio del fútbol, los jugadores intentan defender sus derechos. Varios de los planteles que regresaron ayer a las prácticas tras el receso producido al acabarse el torneo Clausura sufrieron la ausencia de futbolistas a causa de problemas contractuales.

Un ejemplo claro fue Vélez, el campeón del Clausura. Ni el volante Franco Razzotti ni el delantero Roberto Nanni, quienes todavía no cerraron su nuevo vínculo con la institución de Liniers, se presentaron a entrenar. Tampoco estuvo el atacante Joaquín Larrivey, en Italia, tratando de regularizar su situación con el Cagliari, dueño de su pase.

Tanto a Razzotti como a Nanni les vencieron los contratos el último 30 de junio –antes de disputar la última fecha por el Clausura frente a Huracán– y de no llegar a un acuerdo con la dirigencia seguirán su carrera fuera del club: Nanni estaría incorporándose a Cerro Porteño de Paraguay.

“Me preocupa no contar con el mismo plantel hasta fin de año –lamentó el entrenador Ricardo Gareca–. Sé que la dirigencia tiene que arreglar situaciones particulares de varios jugadores. Ojalá puedan quedarse porque son importantes”, aseguró, aunque aceptó que “algunos de los casos no son sencillos de solucionar”.

“La verdad es que no pedí refuerzos, aunque sí que no se vaya ningún jugador. Igualmente soy consciente de que puede irse alguno. Que lo haya pedido no quiere decir que no vaya a pasar. Creo que la dirigencia intentará mantener hasta fin de año al mismo equipo”, se ilusionó Gareca.

“El tema de Razzotti no está terminado. El jugador no quedó libre. Por eso tendría que haberse presentado a entrenar, pero está mal asesorado por sus representantes Pedro Vilariño y Luis Figueredo”, disparó el vicepresidente primero de Vélez, Miguel Calello. “Aún existen dos prórrogas hasta que firme un nuevo contrato o juegue por el 20 por ciento para quedarse con el pase en su poder. Es decir que hasta el 30 de junio del 2011 es jugador de Vélez.”

En el caso de Larrivey, Calello afirmó que “existe la chance de renovar el préstamo hasta fin de año o comprar el 50 por ciento del pase. Pero su continuidad depende de lo que decida el presidente de Cagliari, Massimo Cellino”, afirmó Calello. El arquero Marcelo Barovero “continuará en el club”, ya que le comprarán la mitad del pase y no hay ofertas por Nicolás Otamendi, Emiliano Papa y Hernán Rodrigo López, aunque el zaguero podría irse a fin de año al Real Madrid.

“No voy a responder ninguna pregunta que tenga que ver con ese partido con Huracán –reaccionó Gareca–. Ya se habló mucho, demasiado. No me interesa volver sobre lo mismo. Vélez hizo los méritos suficientes para ganar el título, igual que Huracán y Lanús. Pero nosotros fuimos mejores que ellos y lo demostramos”, sintetizó. “Ya no disfruto del campeonato que ganamos. Ya pasó.”

El subcampeón Huracán no le escapó a esta realidad y sólo pudo practicar ayer con cinco de los titulares: Gastón Monzón, Paolo Goltz, Eduardo Domínguez, Patricio Toranzo y Federico Nieto fueron los que asistieron al entrenamiento al que, también, faltó Angel Cappa, que recién se reincorporará el jueves. Su ayudante Francisco Russo condujo la práctica.

Matías Defederico no arregló una mejora salarial en su contrato y no se presentó a trabajar, al igual que el venezolano César González, a quien se le venció el contrato a fines de junio. Mario Bolatti todavía no cerró su nuevo vínculo, pero el club de Parque de los Patricios comprará en sociedad con un empresario la mitad de su pase para retenerlo en el plantel.

Carlos Arano se fue a jugar a Grecia, Leandro Díaz volvió a Boca y Javier Pastore pasó al Palermo italiano, aunque existe la chance de que el club europeo lo preste un año, ya que el delantero cordobés no tiene pasaporte comunitario y el cupo de extranjeros en el equipo de la camiseta rosa está completo. El lateral Carlos Araujo aguarda el desenlace de las negociaciones entre Boca y Hugo Ibarra ya que, en caso de que fracasen, podría jugar en el club de la Ribera.

Se presentó el delantero Federico Laurito, la única incorporación del equipo hasta el momento, mientras se negocia el préstamo de Germán Pacheco, un delantero argentino de 19 años que juega en la filial C del Atlético Madrid, que dejó Vélez dos años atrás invocando la patria potestad.

San Lorenzo es otro club particularmente perjudicado por la situación contractual. El sorpresivo caso del capitán Adrián González, que el viernes arregló su desvinculación y emigró al San Pablo, se multiplica. Al defensor Cristian Tula se le adeuda una cifra importante; si el club no la cancela en las próximas 24 horas quedará libre.

El atacante Néstor Andrés Silvera, que no tiene la mejor relación con los dirigentes del club, volvió a poner en duda su continuidad porque pegó un nuevo faltazo, sin aviso, en el retorno a las prácticas del plantel de Diego Simeone.

“El jugador (por Silvera) no se presentó a la práctica y no tenemos los motivos”, declaró el vicepresidente Luis Incera. En el entrenamiento hubo veinte jugadores: se fueron González, Sebastián Méndez, Hilario Navarro, Jonathan Bottinelli, Cristian Ledesma, Santiago Solari, Jonathan Santana, Hernán Peirone, Bruno Fornaroli y Cristian Chávez. Casi un equipo completo. Las únicas novedades del entrenamiento fueron la presencia de los dos refuerzos logrados hasta ahora: los nigerianos Orode y Evans.