Martes, 21 de julio de 2009 | Hoy
DEPORTES › ARGENTINA-BRASIL SE JUGARá NOMáS EN EL ESTADIO DE CENTRAL
El titular de la AFA ya lo había anticipado casi un mes atrás en Sudáfrica. Ayer, el organismo del cual es vicepresidente otorgó la habilitación al Gigante de Arroyito, donde ambos equipos jugaron en el Mundial de 1978.
Ya es oficial. Con la habilitación de parte de la FIFA del estadio de Central, si se llevan a cabo unas pequeñas modificaciones, la Selección Argentina podrá jugar el trascendental encuentro ante Brasil de las Eliminatorias en el Gigante de Arroyito, tal como pretendía el entrenador Diego Maradona y varios de los jugadores. De esta manera, el conjunto nacional dejará el estadio de River para un encuentro oficial, algo que no ocurre desde 1997, cuando el por entonces equipo de Daniel Passarella, ya con la clasificación asegurada para el Mundial de Francia, empató 1-1 con Colombia en la Bombonera en la última jornada de aquellas Eliminatorias.
“Si es por mí, quiero jugar en la cancha de Boca o en la de Central para meter a los rivales contra un arco, contra las tribunas”, declaró Maradona tras el ajustado triunfo ante Colombia del 6 de junio. Toda esa semana, el entrenador de la Selección se había quejado del mal estado del césped del Monumental, que una semana antes había sido utilizado para el recital de despedida de Los Piojos. Por eso, desde ahí nació una polémica, que obligó a Julio Grondona a pedir una visita oficial de la FIFA para habilitar una sede alternativa al Monumental.
Curiosamente, hace casi un mes, el 27 de junio, en su blog Araujo de Primera, el relator Marcelo Araujo escribió: “(Grondona) nos confirmó que el partido frente a Brasil, por las Eliminatorias, se iba a jugar en el estadio de Central”. La conversación tuvo lugar en el edificio de la embajada argentina en Sudáfrica, en Pretoria, durante la reciente Copa de las Confederaciones, que ganó Brasil. ¿Grondona lo sabía antes que la FIFA diera el visto bueno? ¿O tendrá algo que ver su papel de vicepresidente del organismo?
“La cancha está peor que un potrero de Fiorito”, llegó a decir Maradona para quejarse del césped del Monumental. Ni siquiera los trabajos intensivos que se hicieron en la semana y que dejaron al terreno en condiciones aceptables calmaron al DT, que tras el encuentro se quejó hasta de las canillas de los vestuarios. “Son las mismas que en el ’78”, disparó Maradona, sin preocuparse de la virulencia de su discurso.
Las palabras del DT provocaron una reacción desmedida de los dirigentes de River, que le exigieron al Comité Ejecutivo de la AFA que presente el contrato firmado y un análisis psicofísico de Maradona, para saber su estado de salud. Con ese panorama, el contraataque del Diez no se hizo esperar: aceptó someterse al estudio, pero con la condición de que el presidente de River, José María Aguilar, y el resto de los integrantes de la Comisión Directiva se sometieran al mismo examen, bajo la supervisión de su médico personal, el doctor Alfredo Cahe. Con ese capítulo, la pelea pareció cerrarse, al menos por el momento.
Con la habilitación oficial de parte de la FIFA, si bien la AFA todavía no lo confirmó, todo parece indicar que finalmente el clásico del 5 de septiembre se disputará en Rosario. Por eso, el punto de vista de la dirigencia de River se conoció ayer mismo, cuando el secretario del club, Mario Israel, expresó su descontento y sembró cierta sospecha en cuanto a la decisión de cambiar de escenario. “Es la realidad del fútbol argentino. Despreciar un estadio como el de River me parece asombroso. Hay algunos errores que son desde el punto de vista estratégico. Es una decisión equivocada y el motivo después se conocerá. Yo le deseo lo mejor a la Argentina porque estamos metidos en el proyecto de ir al Mundial”, aseguró Israel en declaraciones a radio La Red.
A falta de cuatro jornadas para el final de las Eliminatorias, el encuentro ante Brasil resulta vital para las aspiraciones argentinas de clasificación para el Mundial de Sudáfrica. En el cuarto lugar, apenas dos puntos por encima de Ecuador, la victoria en el clásico resulta imprescindible. Ante ese panorama, Maradona y sus jugadores tendrán un escenario bien caliente, con el público cerca del campo y sin una pista de atletismo de por medio, como sucede en River. Como para que los brasileños sientan el rigor del público rosarino.
El estadio de Central fue clave en el desarrollo del Mundial ’78, ya que la Selección Argentina tuvo que jugar allí la segunda ronda, tras terminar en el segundo lugar de su grupo clasificatorio, detrás de Italia. En ese escenario, el equipo de César Luis Menotti se impuso 2-0 a Polonia, igualó 0-0 con Brasil y goleó 6-0 a Perú, para lograr su clasificación para la final del certamen ante Holanda.
Hasta ahora, la alternativa de otro escenario para los encuentros de la Selección siempre se había manejado, pero nunca había sido una opción valedera para Grondona. Ni siquiera cuando Alfio Basile, el anterior seleccionador, aseguró que el Monumental “parecía un teatro” luego del encuentro ante Ecuador. La poca posibilidad de vender entradas al público en función de los lugares ya reservados para las empresas que auspician a la AFA, para los invitados especiales y para la cantidad de medios que deben acreditarse para un partido de la Selección, eran argumentos suficientes para soslayar el reclamo. Sin embargo, el pedido público de Maradona y algunos futbolistas, más las urgencias de la tabla de posiciones, parece que esta vez pudieron mucho más que el protocolo y las finanzas de la AFA para que la mudanza a Rosario ya esté en marcha.
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