DEPORTES
Para Valdano, el Madrid es el referente del fútbol
El Real Madrid ganó la Copa Intercontinental y el argentino, su director deportivo, opina que el equipo “ha retornado al liderazgo mundial” y no sólo por la victoria sobre el Olimpia de Paraguay.
Desde Tokio
Por Santiago Segurola*
–¿Qué diagnóstico hace de este Real Madrid?
–Estamos en un momento de construcción de una parte importante de la historia del club. Hablamos de tres Copas de Europa en un período de cinco años, una conquista contundente en términos históricos, y ahora la Intercontinental. Teniendo en cuenta la categoría del plantel, estamos bien situados para mantener esta trayectoria. Por tanto, las noticias son buenas cuando se mira con perspectiva: por resultados, por la imagen de marca del club, porque el Madrid ha retornado al liderazgo mundial y porque hay una cierta serenidad económica. Por lo que respecta al aquí y ahora, al detalle, es cierto que al equipo le falta contundencia.
–¿Cómo es posible esa falta en un equipo con los mejores jugadores de ataque del mundo?
–Probablemente el Madrid sufra más que nadie la lacra de un calendario atroz. Nuestro jugador medio disputa 65 partidos al año, y no hay menos de 15 futbolistas que acudan regularmente a sus selecciones. Todo eso tiene un costo físico y mental. Otro elemento tiene que ver con la celebridad del equipo. Los rivales nos esperan para disputar un partido histórico. Todos juegan a robarnos la gloria. Para cada uno de ellos es un partido histórico, pero al Madrid le obligan a jugar 65 partidos históricos por temporada. Todos sabemos que eso no es posible. No se puede jugar siempre en estado de euforia. La euforia es algo excepcional. Tenemos que equilibrar esta situación desde la calidad técnica.
–Eso ha ocurrido siempre.
–No discuto que hay una aureola romántica, mítica alrededor del Madrid, pero ahora se ha incrementado por la celebridad de los jugadores, por los nombres propios. Hace diez, doce años, el Madrid acudía a Milán con la sensación de que se enfrentaba al gran referente del fútbol mundial. La semana pasada jugamos en San Siro y la relación había cambiado completamente: era el Milan el que veía al Madrid como el principal referente del fútbol actual.
–¿No es un equipo con unos suplentes que impiden una rotación digna?
–La rotación ha sido una solución para muchos equipos y una condena para otros. El problema es que los titulares del Madrid son demasiado titulares. Eso tiene un revés: los suplentes son demasiado suplentes. Es difícil pasar dos meses inactivo y encontrar el ritmo y el juego adecuados en el Madrid.
–¿Vive entre contradicciones su puesto de director general y la defensa de lo que antes denominaba como la naturaleza del fútbol?
–Hay momentos en que me siento el cuidador del Parque Jurásico, la persona que se encarga de defender lo que el fútbol tiene de salvaje, de atávico, con unos códigos muy concretos. Pero también sé en qué mundo vivimos y hacia dónde camina el fútbol. El riesgo es que a veces se atacan valores cruciales del juego. Es necesario tener cuidado y no confundirse de objetivo, que es el éxito deportivo. Al principio y al final de todo, hay un partido. El negocio tiene que crecer todo lo que podamos imaginar, pero sin que pise el césped.
–¿Y no lo pisa ya?
–No, todavía no. El fútbol habrá cambiado en muchas cosas, pero cuando un jugador recibe un balón tiene los mismos problemas que encontraba Di Stéfano hace 50 años. La diferencia está en el antes y después de los partidos. Ahora no hay tiempo de asimilar y sacar consecuencias. La dinámica tiene ciertos lados perversos. Me parece que la Copa Intercontinental tendría que ser la fiesta que se dan los triunfadores de Europa y América. Sin embargo, ocurre lo contrario: es un castigo con estecalendario, en estas fechas, peleándonos con los viajes, con otros clubes. Esa es la parte a controlar.
–¿Se siente cómodo como ejecutivo?
–Soy ansioso por naturaleza y tengo la oportunidad de vivir en medio del cambio del fútbol y del cambio del Madrid.
–¿Ha tenido que renunciar a algo para aceptar el actual modelo de equipo?
–En absoluto. Toda la vida he sido un partidario de los cracks. Me enamoro a primera vista de los grandes jugadores, y los que han llegado son fascinantes. Con mis ideas, habría sido más forzado decir que no al fichaje de Ronaldo o de Zidane. Por otro lado, el club marca una estrategia y los ejecutivos tenemos que llevarla a cabo.
–¿Por qué Ronaldo y no Hernán Crespo?
–El Madrid está dispuesto a hacer un sobreesfuerzo por un Balón de Oro. Crespo, que es un delantero soberbio, está en la escala de Helguera o Morientes, pero costaba el doble. En esas condiciones, preferimos a Ronaldo.
–¿Se ve mejor el fútbol desde el despacho o desde el césped?
–Desde dentro de la cancha, pero eso ya no es posible. El fútbol es maravilloso desde cualquier lugar, aunque sólo es incomparable cuando se es jugador.
–¿Cuando dejará de ser ejecutivo?
–Salvo como jugador, mi tendencia es a premeditar poco. No hago planes. Pueden ocurrir dos cosas: que deje de interesarme lo que hago o que yo deje de interesar. Me siento cómodo: con la cantera, con el vestuario, con el entrenador y con el presidente.
* El País de Madrid, especial para Página/12.
Estadio: Internacional de Yokohama. Arbitro: Carlos Simón (Brasil). Goles: 14m, Ronaldo (RM); 84m, Guti (RM). Cambios: 65m, Báez por Córdoba (O); 80m, Caballero por M. Benítez (O); 81m, Guti por Ronaldo (RM); 85m, Solari por Zidane (RM); 89m, Pavón por Cambiasso (RM).