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Hace mucho frío en Estambul, pero el regreso de Ortega está más frío aún

El Burrito se quiere volver, pero hay contrato de tres años que cumplir con el Fenerbahce y a River y a Aguilar no les cierran los números.

Una cosa son las ganas; y otra, las posibilidades ciertas. Ayer, Ariel Ortega, actualmente en el Fenerbahce de Turquía y con problemas de adaptación –por decirlo así–, cerró prácticamente las puertas de un retorno inmediato a River Plate, al manifestar que tiene un contrato firmado con la entidad de Estambul que piensa respetar. Se hizo necesaria la declaración porque se había especulado en exceso sobre esa posibilidad, sobre todo a partir de la manifiesta “debilidad” del presidente Aguilar por el jujeño. Pero no se puede: no sólo el frío de Estambul y la frialdad afectiva del vestuario separan de tanta calidez argentina; hay un contrato de tres años, un océano de por medio y mucho dinero (mensual) de diferencia en los ingresos comparativos.
“Tengo un contrato firmado con el Fenerbahce. Es casi imposible que vuelva por ahora”, comentó el Burrito desde Estambul, en el marco de una entrevista telefónica para el programa “La Oral Deportiva” de ESPN Radio Rivadavia. En los últimos días circuló la versión de que el jujeño podría retornar a River, a causa de que la relación que mantendría con el técnico de su club turco y con sus compañeros no sería la mejor. Pero Ortega estuvo claro ahora: “No pasa por lo que tenga o no ganas de hacer. Siempre está en mente volver a River, pero hoy es muy complicado, porque la gente del Fenerbahce pagó mucha plata por mi pase y quiere que respete mi contrato”, aclaró Ortega, aunque su tono de voz denunciaba cierta melancolía y que sus palabras no reflejaban lo que hoy por hoy el jujeño siente.
El ídolo de River Plate comentó que la adaptación a la vida en Turquía no es simple: “Es muy duro, hace mucho frío aquí”. Sin embargo, el delantero reconoció que se siente bien tratado por el club Fenerbahce (donde todavía debe cumplir tres años más de vínculo contractual), especialmente por los hinchas, “con los que me llevo muy bien”. Ortega reconoció que es “un sueño permanente” regresar a la institución que lo consagró mientras destacaba que las ganas de volver persisten: “Ojalá lo pueda hacer alguna vez”, concluyó.
Por su parte, el apoderado del jugador, Antonio Caliendo, admitió que el jueves mantendrá una reunión con los dirigentes del Fenerbahce turco, pero que de ninguna manera eso significa que se haya iniciado “una negociación para que vuelva a River Plate. Ariel tiene un contrato firmado que debe respetar y por eso diría que prácticamente no hay posibilidades de que vuelva a la Argentina”, afirmó el representante.
Por último, desde el otro extremo de la cuestión, el presidente de River, José María Aguilar, confirmó dos cosas ya sabidas: que le gustaría recuperar al Burrito para la banda roja y que semejante “operación retorno” es hoy “inviable en el aspecto económico”.
Nada que no se supiera. Nada que Ortega, evidentemente, deseara menos admitir.

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Ariel Ortega, muerto de ganas de volverse una vez más “a casa”.
 
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