DEPORTES › GUILLERMO CAÑAS, TRAS EL 5-0 SOBRE AUSTRALIA
“Podemos ganar la Davis”
El single número uno del equipo nacional asegura que “la Argentina se puede ilusionar con una final y con cualquier otra cosa grande, ojalá este año”.
Por Ariel Greco
A pesar de la gran temporada que cumplió en el 2001, Guillermo Cañas necesitaba superar una prueba más. Debía confirmar su condición de número uno del país en la Copa Davis, un torneo tan particular en el que muchas veces sólo con las condiciones tenísticas no alcanza. Además se le sumaban los diez años que la Argentina no jugaba en el Grupo Mundial. Ante semejante presión, Cañas respondió con autoridad. En casi ocho horas de tenis, primero levantó un partido complicadísimo ante Scott Draper para darle a su equipo el primer punto de la serie y luego fue el sustento en el doble para el triunfo decisivo. Con la tranquilidad del objetivo cumplido y mientras disfrutaba de las victorias de sus compañeros, Cañas charló con Líbero y le contó su brillante presente.
–¿Qué pensaste en el momento de la definición, después de tanto suspenso y dos partidos a cinco sets?
–Te pasan muchas sensaciones por la cabeza. Tener toda la gente que quiero en el Buenos Aires y más que nada poder disfrutar con ellos este momento, que para mí es lo más importante. Además, terminar la serie como se dio el sábado. En la Davis vivís sensaciones que en el circuito no se dan. La adrenalina que te da jugar de local, con todo el público que te alienta, hace que uno no sienta tanto el cansancio. Incluso no te das cuenta de que estás jugando tanto tiempo. Pero sabemos que en Copa Davis se pueden dar esos partidos largos y todos los integrantes del equipo estamos preparados para ello.
–Se habló mucho de aquel partido que perdiste ante Maurice Ruah en Venezuela. ¿En algún momento tuviste miedo de que se pudiese repetir?
–Creo que ya son cosas pasadas. Fue un momento muy ingrato de mi carrera, tal vez el peor de todos, pero ya estaba predispuesto para cambiarlo. Yo me gané mi lugar para poder jugar esta Copa Davis y por suerte pude demostrarlo. Incluso durante toda la semana la viví de una manera muy diferente a aquella vez, sin autopresionarme.
–Ahora se viene Croacia. ¿Cómo lo ves?
–Las expectativas son muchas. Croacia es un gran equipo, pero la Argentina tiene jugadores y está preparada para ganarle a cualquier rival.
–¿Hasta dónde puede crecer este equipo?
–En este momento no tiene techo. Tenemos muchos jugadores que se destacan en el circuito, la mayoría muy jóvenes, por lo que se puede esperar con confianza a cualquiera. Además, muchos nos podemos adaptar a distintas superficies, que eso es algo fundamental para poder jugar afuera y ganar. Por eso es que no le veo techo. Estoy convencido de que la Argentina va a tener muchos años de grandes resultados en Copa Davis.
–¿Incluso con llegar a una final?
–La Argentina se puede ilusionar con una final y con cualquier otra cosa grande. Ojalá este año lo podamos lograr. Estamos preparados para conseguir objetivos importantes y en los próximos años vamos a dar que hablar.
–Más allá de la victoria, ¿te quedaron las ganas de jugar con Lleyton Hewitt, que el año pasado te derrotó en Roland Garros y en la final de Holanda?
–Lógicamente, le tenía ganas. Poder jugar acá, ganarle a Hewitt en casa, hubiese sido increíble. Creo que no nos podemos quejar, porque las principales figuras de ellos no estaban. Igual, las ganas de vencer a Hewitt las tengo siempre, acá o en cualquier lugar del circuito. Sería más grato en Buenos Aires, con mi gente y por Copa Davis, pero creo que el tiempo ya va a venir y el tenis en cada semana te da revancha o nuevas oportunidades. Cuando la tenga, voy a tratar de aprovecharla.
–Hace un año necesitaste una invitación para poder participar en la Copa AT&T y ahora hablás de poder derrotar al número uno del mundo. ¿Te imaginabas poder vivir este presente doce meses después?
–La verdad es que no me esperaba todo lo que me pasó. Cuando el año pasado recibí el wild card de la Copa AT&T no me imaginaba que podía tenersemejante temporada, de terminar entre los primeros quince del mundo. Y mucho menos estar dándole los puntos a la Argentina para avanzar a los cuartos de final de la Copa Davis. En ese momento era ilógico pensar en todo lo que vendría después. Pero se dio y estoy muy contento de haber superado todas esas instancias y ahora poder disfrutar de este presente.
–¿Con qué objetivo vas a encarar este año?
–Mi objetivo en el ranking es tratar de poder meterme entre los diez primeros, ésa es la meta. Y en el aspecto del juego, es seguir creciendo, incorporando cosas. Eso me va a dar la pauta para poder mejorar mi ranking.