Vélez apuesta por la Copa Sudamericana. Pero no le quita los ojos al torneo Clausura. Mucho más después de su victoria de ayer por 1-0 ante Estudiantes. Boca deberá ir a Liniers dentro de dos semanas. Y ese dato mantiene en suspenso las ilusiones velezanas de darle alcance. El equipo de Ricardo Gareca sólo jugó bien la primera media hora del primer tiempo. Después no llegó más. Pero ni aun así peligró su triunfo. Fue tan pobre lo de Estudiantes en toda la tarde que lo poco que mostró Vélez pareció mucho en comparación con la nada que tuvo enfrente.

En esa buena media hora inicial, David Ramírez hizo el único gol, con un zurdazo cruzado desde afuera del área tras una falla de Braña y un pase de Papa. Y Vélez lo superó a Estudiantes en concepto de juego, manejo de la pelota y utilización de los espacios. Por la derecha, Augusto Fernández fue un calvario para la marca del colombiano Domínguez y la rapidez del uruguayo Jonathan Ramírez, una complicación para una defensa pesada y lenta. Pero además, el balón rodó siempre y no voló casi nunca y se aplicó al dedillo aquel lema que dice que hay que ser ancho para ser profundo.

El tema es que todas esas virtudes apenas duraron treinta minutos. Luego, Vélez fue perdiendo volumen en su juego y en consecuencia, dejó de arrimarse al arco de Albil. En el segundo tiempo, incluso se retrasó algunos metros para esperarlo a Estudiantes en el medio y salir rápido por los costados. Y así sólo generó una situación (un cabezazo de Sebastián Domínguez tras un tiro de esquina que el arquero manoteó al corner). Gareca cambió el orden de sus piezas, pero no su esquema, con los ingresos de Cabral, Cerro y Rescaldani por Zapata, Jonathan Ramírez y Franco. De todas formas, no pasó grandes sobresaltos. Estudiantes nunca se atrevió a tomar con firmeza el timón del partido.

Si ante Colón y Rafaela había mostrado cierto avance, ayer, otra vez sin Verón en la cancha, el equipo de Miguel Russo volvió a demostrar por qué está último en la tabla junto con Argentinos y por qué es, acaso, la decepción más grande del campeonato. Nunca generó fútbol (Mariano González y Coria fueron un fiasco por las bandas y Matías Sánchez no está para eso). Ni aun cuando, en la segunda etapa, el repliegue de Vélez le posibilitó tener más la pelota. Hasta dio la impresión de que faltó rebeldía para ir por un empate que estuvo más cerca por lo que Vélez dejó de hacer que por lo que Estudiantes efectivamente hizo.

Ni siquiera Russo dio la talla. Demoró sus variantes casi media hora en el segundo tiempo. Y cuando ingresaron, a Mauro Fernández, Leandro Benítez y el colombiano Zapata les faltó tiempo para enderezar lo que estaba torcido. Vélez siempre tuvo la situación bajo control. Y ahora espera una defección de Boca para duplicar su apuesta. El bicampeonato local sigue estando al alcance de su radar. Gareca, los jugadores y los hinchas lo creen posible. Aunque la Copa Sudamericana sea la gran obsesión de todos en Liniers.

1- VELEZ

Barovero; Cubero, S.Domínguez, Ortiz, Papa; A.Fernández, Canteros, Zapata, D.Ramírez; Franco, J.Ramírez.

DT: Ricardo Gareca.

0- ESTUDIANTES

Albil; Mercado, Ré, Desábato, J.Domínguez; M.González, Braña, M.Sánchez, Coria; G.Fernández, Boselli.

DT: Miguel Russo.

Estadio: Vélez.

Arbitro: Néstor Pitana.

Gol: 7m J.Ramírez (V).

Cambios: 46m Cabral por Zapata (V), 55m Cerro por J.Ramírez (V),73m M. Fernández por Coria (E), 78m L.Benítez por M.Sánchez (V), 79m Rescaldani por Franco (V) y 84 m Zapata por G.Fernández (E).