En materia de refuerzos el futuro de Boca es incierto. Si bien el martes se especuló con la llegada del arquero de Lanús, Agustín Marchesín, por un posible trueque por un delantero, que en un principio iba a ser Lucas Viatri, lo cierto es que el panorama se nubló porque Boca todavía no consiguió concretar ninguna de las operaciones que tiene en carpeta. El DT, Julio Falcioni, solicitó a la dirigencia que opte por desprenderse de un solo delantero entre Viatri y Pablo Mouche, ya que el préstamo de Sergio Araujo al Barcelona y la salida de Darío Cvitanich, quien regresó al Ajax de Holanda, debilitan el plantel en materia de delanteros.

Ayer tanto Viatri, pretendido por el Villarreal, como Mouche, quien tiene ofertas de varios clubes europeos y por quien Boca pide cerca de 5 millones de euros, una cifra que le permitiría reforzar el plantel, se entrenaron con el resto del equipo.

La mayor necesidad de Boca es un arquero, debido a la lesión de Agustín Orion y el desplante del uruguayo Sebastián Sosa, quien en lugar de renovar su préstamo con Boca prefirió irse a Vélez, donde ayer cumplió su primera práctica. En ese contexto surgió el nombre de Marchesín, aunque el trueque que pretendían los entrenadores de Lanús, los Mellizos Barros Schelotto, no parece ser viable por estas horas. Otro de los nombres que circuló ayer para cubrir el puesto de arquero es el de Fernando Monetti, de Gimnasia y Esgrima La Plata, pero no habría que descartar el del ex Independiente y Getafe, Oscar Ustari.

Ustari, recientemente desvinculado del club español, admitió ayer que no descarta “ningún destino” ya que desea “jugar y tener continuidad” en relación con la posibilidad de recalar en Boca. A su vez, destacó que conoce al DT Julio César Falcioni, ya que lo hizo debutar en Independiente.

Pero tampoco están dadas fáciles las cosas para Ustari. El problema es que el representante del arquero, el empresario Claudio Curti, fue declarado hace unos días “persona no grata” por la comisión directiva de Boca tras el conflicto con el defensor Facundo Roncaglia, quien por una serie de impericias no pudo disputar la final de la Copa Libertadores.

“Curti es un amigo. El no permitiría que se frene una negociación”, manifestó Ustari y, como para despejar cualquier duda, agregó: “De última que (Curti) haga de remisero y me deje en la puerta del club en el momento de negociar”.