La memoria corre como corren las causas justas por un mapa que la dictadura plagó de desapariciones. Necesita ir rápido, pero sin dejar de escarbar en los detalles. Tiene que anticiparse al olvido, porque lucha contra el paso del tiempo y las ausencias de testigos que ya no están. La memoria encontró una aliada indispensable en la Secretaría de Deporte. A su entrada, en el Cenard, ahora hay una placa que recuerda a los deportistas desaparecidos, secuestrados por ser militantes que lucharon contra el régimen instalado en 1976 y su antecedente inmediato, el terrorismo paraestatal de la Triple A.

Esa placa es lo primero que verán cuando ingresen en las instalaciones de Núñez los atletas amateurs, federados o de élite. Será como un testigo de otra época que les permitirá sorprenderse, detenerse y preguntarse por qué pasó lo que pasó. Esa placa que donó la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, está llena de historias. Reúne la del atleta Miguel Sánchez y la de diecinueve jugadores de La Plata Rugby, la de Adriana Acosta, jugadora de hockey de la Selección Nacional con las de futbolistas como Antonio Piovoso y Gustavo Olmedo, la del tenista Daniel Schapira y el ajedrecista Gustavo Bruzzone y muchos otros.

El martes por la tarde, y mientras se jugaba Bolivia y Argentina por las Eliminatorias del Mundial de Brasil, en el Cenard se dio un momento para hablar de otro deporte, alejado de la sociedad del espectáculo y de los periodistas que están hartos de los temas de la dictadura y nada saben de deportes. Hubo un sentido homenaje a esos atletas hechos de una sola pieza que bien encajarían en aquella definición de Héctor Oesterheld: “El único héroe valido es el héroe en grupo, nunca el héroe individual, el héroe solo”.

Infaltable, el secretario de Deporte, Claudio Morresi, acompañó a los familiares presentes: la hermana de Miguel, Elvira Sánchez; los papás y la hermana de Adriana Acosta, Teresa, Oscar y Leticia; la hermana de Hernán Roca, Araceli. Hubo funcionarios de la secretaría, pero además, deportistas: la ex jugadora de Las Leonas Jorgelina Rimoldi; el atleta Guillermo Ruggieri y la pesista Belén Martínez entre otros. Y también estudiantes del Instituto Superior de Educación Física Nº1 Enrique Romero Brest.

“Este es un lugar emblemático del deporte y me enorgullece que la placa esté en este sitio”, dijo Araceli Roca. Ese sentimiento colectivo ahora tiene un lugar más donde expresarse. Está ubicado en la calle Miguel Sánchez, donde está el Cenard. Mejor no podía ser.