[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Una buena confusión causaron las declaraciones del secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, asegurando que el Mundial 2022, en Qatar, no se disputará en junio o julio de ese año, cuando en el país se registran temperaturas de hasta 50º grados, sino en un período comprendido entre noviembre de 2022 y enero de 2023. Inmediatamente, uno de los vicepresidentes de la FIFA, el británico Jim Boyce, aseguró que el Comité Ejecutivo de la entidad nunca decidió una postergación de la fecha, lo que recién se decidiría una vez que finalice la Copa del Mundo de Brasil, en julio próximo, y señaló que esas afirmaciones corrían por cuenta de Valcke. El presidente del sindicato internacional de futbolistas (FIFpro), Philippe Piat, aseguró que el retraso de las fechas sería una “excelente noticia” para los jugadores.

“Creo que se jugará entre el 15 de noviembre y el 15 de enero, como muy tarde”, declaró Valcke en una entrevista radial. La FIFA lanzó a fines de 2013 una consulta entre los diferentes actores del fútbol mundial sobre la posibilidad de celebrar la máxima competencia de selecciones en invierno, ya que las temperaturas en Qatar en verano pueden alcanzar los 50 grados y las asociaciones ecologistas se oponen a la climatización de los estadios. El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, se había mostrado ya favorable a que el Mundial se celebre en invierno, entre noviembre y diciembre de 2022, aunque quiso pulsar la opinión del mundo del fútbol antes de tomar una decisión definitiva. “Tenemos que discutir con todas las partes, porque el cambio de fechas del verano al invierno (en el hemisferio norte) significaría el cambio del mapa de la temporada de fútbol en todo el mundo”, señaló Blatter en noviembre.

“Estoy completamente sorprendido”, dijo Boyce. “Estamos esperando el reporte final y no habrá discusiones en el Comité Ejecutivo sobre Qatar 2022 hasta diciembre de este año. Si Valcke estaba haciendo una declaración personal o no, no lo sé, pero sí puedo confirmar que esto no se discutió en el Comité Ejecutivo.”

Un conflicto de intereses nada despreciable subyace en esta cuestión, ya que una postergación del Mundial a noviembre supondría una serie de enormes conflictos en las poderosas ligas europeas. El Comité Olímpico Internacional pidió oportunamente que no hubiera superposición con los Juegos de Invierno, y la TV estadounidense ya alzó su voz contra la probable decisión, ya que en enero se dedica a los play-offs del fútbol americano.