Racing volvió a cumplir una actuación deslucida y sumó una nueva derrota, esta vez ante Gimnasia, que con estos tres puntos quedó nada menos que a una unidad de los líderes, Colón y Estudiantes. Los dos equipos no lograron exhibir muchas jugadas para destacar, y fueron muy pocas las posibilidades para convertir goles. La más clara fue a favor del local durante la primera parte, cuando cerca del final De Paul encaró por la izquierda, superó a su marcador, se corrió hacia el centro, tocó para Viola, éste le devolvió la pelota con el taco y el remate del volante fue capturado por el arquero.

El resto de las acciones fue con claras intenciones de desequilibrar, pero todo se diluía cuando llegaban a la puerta de las áreas.

El equipo platense salió más decidido a jugar el segundo tiempo y utilizó el desborde de sus laterales para llegar con más gente al área rival. Precisamente, Gastón Díaz remató desde lejos y el arquero retuvo la pelota.

Racing no podía combinar con sus mejores hombres y utilizaba los remates de media distancia para inquietar a Monetti. En uno de ellos, Villar probó, pero le salió muy débil. Enseguida, una gran jugada personal de De Paul, quien le dio al arco luego de eludir a dos rivales, pero el arquero estaba bien ubicado.

El orden y la firmeza de los jugadores de Gimnasia lo llevaron a ponerse en ventaja. Cuando se jugaban 21 minutos, Díaz volvió a lanzarse por la derecha, envió el centro al área y el uruguayo Alvaro Fernández convirtió de cabeza anticipándose a Ibáñez, que quedó a mitad de camino.

Los hinchas de Racing comenzaron a hostigar a sus jugadores ante el desempeño que estaban teniendo, y ni siquiera los cambios que realizó el entrenador pudieron revertir la situación. Las ideas no estaban adentro y tampoco aparecían desde afuera.