El presidente de Lanús, Alejandro Marón, admitió ayer que un hombre de civil, al que por fotografías periodísticas se le detectó un arma en la cintura cuando ingresó en el campo de juego, durante el escandaloso final ante Arsenal, es “oficial inspector de la Policía Federal” e hijo del jefe de Seguridad del club con quien “colabora ad honorem” en esas tareas.

Marón admitió conocer a la persona sindicada como portador del arma, aunque públicamente lo hizo dos días después del hecho. “El inspector de la Policía Federal Esteban Rodrigo Juárez colabora ad honorem con el jefe de Seguridad del club, el comisario retirado Luis Carlos Juárez, su padre”, remarcó el máximo dirigente granate, que intentó bajarle la gravedad al hecho al asegurar que el arma de Juárez estaba descargada y que existe una normativa vigente en la provincia de Buenos Aires que lo avala. “La provincia de Buenos Aires dictó una norma por la que todo el personal policial tiene que tener el arma descargada, con el cargador en otro lugar”, dijo Marón.

Por otro lado y en relación con la actuación del árbitro Andrés Merlos, sancionado por la AFA por su labor en el partido ante Arsenal, Marón consideró que su error fue haber sumado otro minuto más luego del empate de Lanús, que se dio en el último de los cinco que había dado en un primer momento. “Cometió un error en adicionar un minuto más”, afirmó el dirigente. “En ese minuto hay una jugada a favor de Arsenal y una a favor de Lanús, en el que terminamos ganando. No nos favoreció, porque Arsenal también podría haberlo ganado. A mi criterio da equivocadamente ese minuto, pero hasta ahí había dirigido bien”, enfatizó el presidente de Lanús en su descargo.