La temperatura de la ruta llegó hasta los 50 ºC y en ese horno arenoso en que se transformó el final de la etapa, al polaco ex campeón de esquí y medallista olímpico Adam Malysz se le prendió fuego su buggy SMG hasta arder por completo a 35 kilómetros de la llegada. “Escuché una explosión y el coche comenzó a incendiarse”, dijo luego, ileso. Peor la pasó el motociclista Laurent Moulin, que con una pierna fracturada volvía en sentido contrario y chocó de frente contra el Peugeot de Carlos Sainz, que intentó esquivarlo, sin éxito. Desde el lugar del incidente, el español llamó a la asistencia y se quedó junto al francés durante seis minutos, un tiempo que la organización analizaba restarle de su clasificación.