Barcelona parece haber pasado la crisis que estuvo a punto de dejarlo sin entrenador y ahora se convirtió en el único grande en seguir en carrera en la Copa del Rey. En un partido inolvidable, sobre todo en el primer tiempo, el conjunto catalán venció 3-2 al Atlético de Madrid en el estadio Vicente Calderón y avanzó a las semifinales del certamen, en el que ya no está el Real Madrid, lo que significa un camino allanado para el equipo que dirige Luis Enrique y que lidera Lionel Messi. En la próxima ronda lo espera el ganador del cruce entre Getafe y Villarreal, que hoy juegan la revancha del 1-0 logrado por el Submarino Amarillo como local.

El 1-0 que había logrado el Barcelona en el encuentro de ida dejaba abierta la eliminatoria. Y mucho más cuando al minuto, como había ocurrido ante Real Madrid, Fernando Torres abrió el marcador para el conjunto de Diego Simeone. Pero lejos de mostrarse como el equipo timorato de fines del año pasado, el conjunto catalán respondió rápido con una gran combinación entre Messi, Luis Suárez y Neymar, que el brasileño definió con clase para igualar las acciones. Ese gol tenía un doble valor para los visitantes, ya que obligaba al Atlético a convertir dos tantos más para avanzar.

Claro que las chances se abrieron rápido, con un polémico penal de Mascherano sobre Juanfrán, que Raúl García transformó en el 2-1 para los madrileños. El encuentro era puro vértigo y emoción, porque Barcelona ya no se mostraba como un equipo de tenencia de balón, sino que apostaba a rápidos contragolpes ante un rival que estaba obligado a salirse del libreto habitual. El problema para el conjunto de Simeone se dio en los últimos diez minutos de la primera etapa, cuando Barcelona convirtió dos tantos y luego Gabi se fue expulsado por protestar camino a los vestuarios.

Tras el empate parcial de Miranda, en contra, llegó otro pico de polémica. Del posible tercer tanto del Aleti por una mano de Jordi Alba en su área ante un remate de Torres, Barcelona se colocó en ventaja tras un contraataque perfecto que comandó Messi y que, otra vez, Neymar definió. Por la protesta, el Aleti salió a jugar con diez en la segunda parte y, ahí sí, la eliminatoria quedó sellada. Incluso lo admitió el propio Simeone. “El partido se terminó en la primera mitad. En la segunda jugamos como vieron por decisión mía, ya sin aspiraciones e intentando no sufrir ningún gol y no correr riesgos. Soy el entrenador y decido cómo juego en cada momento”, afirmó el DT argentino, que valoró lo hecho por sus jugadores. “Siento orgullo por mis jugadores. El primer tiempo fue extraordinario”, resaltó Simeone.