DEPORTES › BOCA SERá SU UNDéCIMO EQUIPO EN 10 AñOS

Osvaldo, una golondrina

El argentino que surgió en Huracán se salió con la suya y será hoy jugador de Boca, pero por sólo seis meses. Sus antecedentes no incluyen la fidelidad.

 Por Ariel Greco

Tanta fuerza hizo Daniel Osvaldo que finalmente todo indica que será jugador de Boca. El ex delantero de Huracán consiguió desvincularse del Inter y hoy tiene previsto llegar a Buenos Aires para resolver su situación contractual. Será su undécimo equipo en diez años de carrera, lo que tal vez sea un indicativo de su convivencia en los grupos. Por lo pronto, Boca también puede ser un club de paso: su contrato es por apenas seis meses, con chance de una prolongación, lo que significa que ni siquiera podría terminar el torneo que arrancará este fin de semana.

A través de las redes sociales, Osvaldo dejó en claro sus ganas de jugar en Boca. Por más que en Italia era bien entrada la madrugada, el delantero se encargó de mandar mensajes mientras el conjunto de Arruabarrena derrotaba a River en los dos Superclásicos de verano. Incluso, en su cuenta de Twitter (@da nistone25) publicó una imagen de una manito abierta, en clara referencia a los cinco goles que convirtió Boca en el encuentro de Mendoza.

A esa altura, ya era un hecho que no iba a continuar en el Inter, luego de una pelea con Mauro Icardi en pleno partido con la Juventus, que finalizó 11. Como el ex jugador de Sampdoria no le pasó la pelota para convertir el gol del triunfo cuando se acababa el partido, Osvaldo lo increpó en plena cancha y, de no ser por la intervención de su compañero Gurkin, le hubiese pegado en ese instante. A partir de ese momento, el delantero nacionalizado italiano ya no tuvo lugar en el conjunto de Roberto Mancini. Y el otro gran problema para el jugador es que al cerrar el marcador, se quedaba sin chances hasta el final de la temporada.

Claro que Osvaldo no se caracteriza, precisamente, por su larga estadía en los equipos. En 2005, mientras Huracán disputaba el torneo de la B Nacional, apareció como un atacante interesante. Con apenas 33 partidos y 11 goles, Osvaldo se marchó al fútbol italiano, donde comenzó una larga campaña. Primero llegó a Atalanta, aunque muy pronto pasó a Lecce. Allí tuvo su primer pico de rendimiento, con 8 tantos en 31 encuentros, lo que le valió el interés de Fiorentina y comenzar a ser tenido en cuenta en las selecciones menores de Italia. Dos pasos fugaces por el club de Firenze y Bologna parecieron ser un retroceso en su trayectoria, pero al recalar en el Espanyol de Barcelona recuperó su nivel y prestigio. Con 22 goles en 47 partidos, Osvaldo se destacó en el club periquito y pasó a la Roma, donde tuvo su mejor momento con 28 tantos en 57 partidos. A esa altura ya comenzó a ser citado por Cesare Prandelli para la selección italiana, donde llegó a disputar 14 encuentros internacionales, con cuatro tantos en las Eliminatorias hacia Brasil 2014.

Sin embargo, la final perdida en el clásico ante Lazio de la Copa Italia 2013 motivó su debacle en el club romano. Enojado con su entrenador Aurelio Andreazzoli, que no lo incluyó entre los titulares, Osvaldo no concurrió a la entrega de premios y calificó a su DT de “llorón” y de “incapaz”, además de poner en su Twitter que Andreazzoli debía ir a festejar el título con los jugadores de Lazio. Por ese incidente, la Federación Italiana lo sancionó y ya nunca más vistió la camiseta azzurra, con lo que se perdió la chance de disputar su primer Mundial.

A final de temporada fue transferido a Southampton, donde no brilló. Por eso regresó a Italia, con pasos fugaces por Juventus e Inter, su último equipo antes de esta llegada a Boca, su undécimo club en diez años de trayectoria. Sus 96 goles en 300 partidos como profesional lo avalan, aunque a los 29 años habrá que ver si su carácter no lo vuelve a traicionar.

La llegada de Daniel Osvaldo a Boca lo deja a Rodolfo Arruabarrena con un lindo dilema para conformar el ataque. Con el ex jugador de Inter, ya son tres los centrodelanteros con que cuenta el entrenador, junto con Jonathan Calleri, el titular hasta el momento, y Emmanuel Gigliotti, que quedaría relegado al tercer lugar entre las preferencias del técnico.

Por características técnicas y condiciones naturales, Calleri es el que más posibilidades tiene para tirarse a los costados y convivir con alguno de los otros dos nueve. Claro que por las bandas, Arruabarrena también tiene muchas variantes, a partir de los regresos de sus préstamos de Cristian Pavón y Sebastián Palacios. En principio, los dos extremos titulares serían Juan Manuel Martínez y Federico Carrizo, con Andrés Chávez como primera alternativa. Un poco más relegado arranca Palacios, mientras que Pavón tiene al menos dos meses de recuperación de la fractura en su pie por la patada de Lionel Vangioni en el primer Superclásico del año.

A pesar de la superpoblación de delanteros, por ahora no hay salidas concretas. “Si llega Osvaldo no significa que se tenga que ir Giglio-tti”, aseguró el presidente del club, Daniel Angelici. La idea de Boca es vender el jugador y no cederlo a préstamo, como pretenden Racing, Independiente y Huracán. Y el ex atacante de All Boys y San Lorenzo ya avisó que se quiere quedar a pelear un lugar. “Tengo ganas de quedarme. Estoy en el club del que soy hincha y al que tanto me costó llegar”, afirmó Gigliotti en radio La Red. Por lo pronto, en este semestre Boca tendrá la Copa Libertadores, con lo que se abre la posibilidad de que el entrenador pueda hacer rotaciones ante tantas variantes con las que cuenta.

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