DEPORTES › EL ENTRENADOR DE BOCA LE PEGO SIN NOMBRARLO AL TECNICO DE RIVER
Ramón tiene un mensaje de Tabárez
“En Boca nadie falta a un entrenamiento y yo dialogo con todos los jugadores”, señaló Tabárez, aludiendo a las ausencias a las prácticas de Ortega y a la falta de diálogo entre Díaz y su plantel, a menos de 48 horas del Superclásico.
Oscar Tabárez, el entrenador de Boca, eligió calentar la cuenta regresiva del Superclásico de mañana, apuntándole a Ramón Díaz. Como si fuera una manera de emparejar la presunta ventaja que River le sacó a Boca –en la tabla de posiciones, en el pasado reciente y teniendo en cuenta que Ariel Ortega podrá jugar pero no lo hará Juan Román Riquelme–, Tabárez aludió, sin nombrarlo, a Díaz, al criticar la presunta diferencia con que se juzga a Boca. El entrenador condujo ayer la primera práctica de Boca a puertas cerradas en cuatro años, pero luego enfrentó a la prensa para subirle la temperatura a la previa y, de paso, confirmar el ingreso de Walter Gaitán por el lesionado Riquelme. “Esto es Boca y si ganamos el domingo (por mañana), por ahí las cosas cambian” se le escapó al uruguayo, resumiendo el momento.
“Hay actitudes tendenciosas –se quejó Tabárez– Acá nadie falta a un entrenamiento y yo dialogo con todos los jugadores. Creo que no se está midiendo esto con justicia”, dijo, aludiendo claramente a las ausencias reiteradas de Ariel Ortega a las prácticas de River, y a la falta de comunicación existente entre Díaz y su plantel, una falencia que volvió a ser puesta de manifiesto esta semana, por el uruguayo Daniel Fonseca.
“Yo no escuché nada, no sé de qué me están hablando.” De esa manera, Ramón Díaz eludió inteligentemente la polémica. “Tabárez es un gran entrenador”, concluyó. El técnico de River no quiso engancharse en la polémica, consciente también del favoritismo que se le atribuye a su equipo para este partido (ver aparte).
“Se presenta esto como si hubiese una anarquía y no es así, pero no me voy a desgastar más para demostrarlo –argumentó Tabárez–. Tengo muy claro quién soy y cuál es mi estilo de conducción. Si alguno lo quiere presentar como un signo de debilidad... Creo que no es así”, señaló, tratando de diferenciarse del estilo de Díaz, algo significativo a menos de dos días del Superclásico, al que River llega con mayor favoritismo.
El uruguayo se refirió a los presuntos problemas internos, que vienen comentándose desde hace una semana, y que estallaron con la lesión de Riquelme. “Hubo una interpretación acerca de las posibles causas del supuesto fastidio de Román, y ninguno pensó que puede ser porque se perdía el partido contra River. Enseguida apareció un mar de fondo que no es real”, explicó Tabárez, que pronto volvió a levantar presión: “Hay una permanente interpretación de los hechos que está alejada de la realidad, pero aprendí a no preocuparme por cosas que no puedo solucionar. Son especulaciones que nadie puede demostrar” dijo, en referencia a la existencia de dos grupos (uno liderado por Riquelme, Traverso y Delgado, el otro por Serna y Barros Schelotto) enfrentados en el plantel.
El médico de Boca, José Veiga, ratificó que Riquelme padece “una distensión de ligamento colateral medial interno de la pierna derecha” y dijo que el jugador tiene “al menos para tres semanas” fuera de las canchas.
Desde que Héctor Veira dejó de dirigir al equipo, en 1998, que no hubo prácticas a puertas cerradas en Boca. La sesión, a 48 horas del partido con River, no dejó de ser significativa. “No voy a tener actitudes demagógicas. Yo me debo a mis jugadores y a los dirigentes que me contrataron”, arguyó Tabárez para explicar la decisión “Era necesario vivir un clima de tranquilidad, que no hubo durante la semana. No se van a dejar de vender menos diarios, ni se verá menos televisión si los periodistas no ingresan a ver las prácticas”, opinó el uruguayo.
Tras el entrenamiento, que duró dos horas, y custodiado por tres efectivos de seguridad, Tabárez accedió al diálogo, y confirmó al equipo para mañana: Boca jugará con Abbondancieri; Calvo, Burdisso, Crosa, Rodríguez; Battaglia, Serna, Traverso, Gaitán; Barros Schelotto, Delgado.