Si se confirman los candidatos que van perfilándose, la AFA podría tener en octubre, como mínimo, cinco aspirantes a ser presidentes: Luis Segura, el actual ocupante del cargo; José Luis Meiszner, el secretario general de la Conmebol; Armando Pérez, el máximo dirigente de Belgrano de Córdoba; Claudio “Chiqui” Tapia, que gobierna Barracas Central, un club de la Primera B, y al vicepresidente de San Lorenzo, Marcelo Tinelli, siempre que consiga un atajo jurídico para su postulación. También podría reducirse la nómina producto de negociaciones, acuerdos y declinaciones, donde el gobierno nacional –y principal socio de la asociación– hará escuchar su voz.

Las piezas se mueven hace tiempo sobre el tablero y algunas juegan en bloque. La sucesión de Julio Grondona empezó el mismo día de su muerte y la confirmación de su reemplazante natural –en aquel momento Segura, el vice de la AFA– zanjó las diferencias que ya se insinuaban. El grupo con más peso que dejó el viejo patriarca de Sarandí no está representado por el “grondonismo residual”, como se estila decir. O sea, Meiszner, Miguel Angel Silva, el vice 1º de Arsenal y José Lemme, el presidente de Defensa y Justicia, entre otros. Son los dirigentes del Ascenso quienes pueden volcar la elección a favor de un candidato o de otro. Conforman la base en que Grondona se apoyó para gobernar durante 35 años, más allá de su condición de liderazgo.

“Para ganar la asamblea se necesita la mayoría de los 75 integrantes que la componen. Entre el Ascenso y el fútbol del interior tenemos 45 votos”, le dijo a Página/12 el presidente de un club de la Primera B. En diciembre del año pasado, una asamblea extraordinaria de la AFA aumentó de 50 a 75 la cantidad de votantes que definirán quién conducirá al fútbol argentino por los próximos cuatro años. Ese dato garantiza los apoyos suficientes para eyectar a cualquier advenedizo que intente postularse. Así lo ven a Tinelli entre los dirigentes de la B Nacional, Primera B, C y D.

“Entendemos que debe hacer escuela y no entrar de esta forma, por la ventana”, agregó el mismo directivo que pidió reserva de identidad. No hacía demasiada falta que explicara el sentimiento que mueve a su bloque. El 9 de diciembre de 2014, en una cena que armó Javier “Pipo” Marín, el presidente del club Acasusso en el restorán El Mangrullo de Ezeiza, Tinelli fue silbado. La rechifla se escuchó cuando su imagen apareció en un video que recordaba a Grondona, fallecido cinco meses antes.

El rechazo al conductor de televisión no se modificó hasta hoy. Hace un par de semanas, en el salón de usos múltiples de un edificio de Puerto Madero, volvió a juntarse aquel grupo. La cena no la organizó Marín y sí Daniel Méndez, un empresario de catering que manejó ese servicio durante la última Copa América realizada en el país. Estuvieron Segura, otros integrantes del Comité Ejecutivo de la AFA y alguien que, desde otro lugar, se sumó a la lista de detractores de Tinelli: el vicepresidente 2º de Boca, Juan Carlos Crespi. Dijo que estaba en contra de que su propio presidente, Daniel Angelici, apoyara al empresario que organiza bailes en TV. Pero éste se quedó sin ese respaldo porque renunció a su cargo en la AFA la semana pasada.

Con todo, el vice de San Lorenzo recibió un aval tan estimable como inesperado. “Tinelli es una persona imprescindible para el futuro del fútbol argentino”, dijo en Radio Del Plata Alejandro Marón, el presidente de Lanús. El elogiado se lo agradeció por Twi- tter. Al dirigente y abogado que integra la Cámara de Resolución de Disputas de la FIFA también se lo menciona como candidato a la presidencia de la AFA. Y esa mención –ni desmentida ni ratificada– podría redondear la media docena de aspirantes al sillón que ocupa Segura.

Varios clubes del interior integran otro bloque que tendrá peso en la carrera por la presidencia. Pérez, dueño de Tsu Cosméticos y titular de Belgrano, emerge como el candidato de este grupo y no disimula sus pretensiones. Se reunió con dirigentes de Talleres, Instituto, San Martín de San Juan, Unión y Newell’s, con quienes tiene puntos de vista afines. Dice que prefiere hablar de un proyecto para “expresar si queremos una AFA razonable, criteriosa y democrática”, como publicó el diario La Voz del Interior.

Segura y Meiszner, con matices, tienen en común que siempre se disciplinaron con Grondona y conocen la AFA por dentro. Al actual presidente le juegan en contra su falta de carácter, que no tiene una buena gestión para mostrar –dejó un lastre económico en Argentinos Juniors– y su pasado de cogobierno durante la dictadura en el club de La Paternal junto al genocida Carlos Suárez Mason.

El ex presidente de Quilmes suma respaldos y detractores por igual. Entre los primeros hay uno de mucho peso: el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. Por ahora, Meiszner ocupa la secretaría general de la Conmebol y no abrió la boca sobre las aspiraciones presidenciales que le atribuyen. Por el papel que cumplió tras el incidente del gas pimienta en la Bombonera, el que lo criticó fue Angelici: “Si Meiszner es uno de los candidatos a presidente de la AFA, como pretende, pobre el fútbol. Cuando hay un expediente abierto por un problema ningún miembro de la Conmebol se puede expedir y él salió a dar declaraciones, es lamentable”.

La “Cenicienta” entre los candidatos es Tapia, el presidente de Barracas Central. “Quiere ser él”, dijo uno de sus pares en la Primera B que ve con simpatía su aspiración, aunque reconoce: “No creo que le dé el piné”. Tapia es yerno de Hugo Moyano, por lo que podría sumar el apoyo de su suegro, el presidente de Independiente, al de otros directivos del Ascenso.

En este arme y desarme de candidaturas que se van insinuando para octubre, el gobierno nacional hace su juego. Es clave Santiago Carreras, senador provincial bonaerense del FpV y militante de La Cámpora. Licenciado en periodismo, también es candidato a vice de Boca en una fórmula que comparte con Víctor Santa María (del Suterh) para las elecciones de diciembre. El gremialista preside Sportivo Barracas (juega en Primera D) y la Confederación Argentina de Deportes (CAD).

La presencia de Carreras en el fútbol no pasa inadvertida. Son varias las reuniones en las que viene participando. Acaso como una respuesta al copamiento de espacios en la AFA que hizo la oposición y sobre todo el macrismo.

Este diario publicó el 10 de diciembre pasado una nota titulada “Una AFA llena de opositores”. Allí se decía: “De a poco y como si nadie lo hubiera advertido, la AFA o el Comité Ejecutivo de la AFA –responsable de administrar al fútbol argentino– empezó a transformarse en un polo de distintas expresiones políticas, casi todas ellas opositoras al gobierno nacional. Los clubes más poderosos fueron colonizados por funcionarios, sindicalistas, militantes y simpatizantes con demasiado poder y presencia en el PRO, la CGT que conduce Hugo Moyano y el radicalismo. También hay referentes del Frente Renovador de Sergio Massa en otras instituciones. O dirigentes provinciales que acompañan a Mauricio Macri en el orden nacional y que comienzan a aparecer en cargos relevantes”.

Una semana después se modificó el estatuto de la AFA, se prohibió la reelección indefinida a presidente, se amplió el cupo de asambleístas y en abril de este año las pretensiones electorales de Tinelli recibieron un mazazo. Un dictamen del asesor letrado de la casa, Mario Schmoisman, le cerró esa posibilidad. Es curioso. El abogado que le impidió presentarse fue asesor legal y apoderado de San Lorenzo entre 1987 y 1993. Dicen en la AFA que el conductor de TV se la tiene jurada si llegara a la presidencia.

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