River perdió anoche 2-1 frente a San Pablo en el Morumbí y no pudo cerrar su pase a octavos de final en el Grupo 1 de la Copa Libertadores. Sin embargo, tiene muchas posibilidades de lograrlo porque en la última fecha será local de Trujillanos, el equipo venezolano ya eliminado, mientras que los brasileños dirimirán otro lugar ante The Strongest en La Paz.

Sin otra opción que el triunfo, el local tardó un minuto en llegar con peligro hasta Barovero, quien tapó el remate de Bastos. La jugada fue un espejismo, porque en los minutos siguientes River se hizo de la pelota y empezó a manejar el trámite. Con D’Alessandro pidiéndolas todas, los de Núñez se acercaron al área de Denis, enhebrando dos llegadas, con dos centros. El primero de Casco y el otro del Cabezón.

Tras ese momento, se apagaron los de Gallardo y se encendieron los de Bauza. Primero exigieron un par de buenas intervenciones de Barovero, pero poco pudo hacer el uno riverplatense a los 28 minutos, cuando Calleri bajó con el pecho el centro de Bruno y con un fortísimo derechazo puso el 1-0.

La reacción del conjunto argentino fue adelantarse en el campo y volver a aproximarse al área brasileña, aunque con poco peligro. Esta nueva postura de los visitantes abrió espacios para la salida rápida de los hombres de San Pablo, quienes no mostraron muchos recursos para vulnerar a una defensa de River con poco tiempo de práctica y que Gallardo improvisó obligado por las lesiones de Maidana y Mammana.

El complemento empezó con River buscando decididamente el empate. Casco y Vangioni se proyectaban siempre y Fernández abandonaba su posición de doble cinco, para ser otro hombre de ataque. Esa vocación ofensiva casi encuentra premio a los cinco minutos, cuando Alario conectó de cabeza un buen centro de D’Alessandro. Luego, Bruno frustró la chance de Mora.

La respuesta de San Pablo pasaba por agruparse en su campo y contragolpear o esperar una pelota parada. Y así estiró la diferencia. Bastos ejecutó un tiro libre de zurda y la puso como con un guante en la cabeza de Calleri. Solo, el ex Boca no falló y marcó el 2-0. A ese resultado en contra, River le sumó la expulsión de Vangioni, tras agredir a Calleri. Los brasileños tenían todo controlado, pero Gallardo movió el banco, oxigenó al equipo y lo hizo reaccionar. Primero Denis le tapó un excelente tiro libre a Mora, pero cuando faltaban siete minutos, Alonso marcó el descuento para el equipo de Gallardo y puso suspenso en el resultado. Pero el tiempo no alcanzó para cambiar la historia.