Javier Mascherano puso el dedo en la llaga después de la importante victoria del seleccionado argentino sobre Chile en su debut en el Grupo D de la Copa América Centenario de los Estados Unidos, al afirmar que “el equipo está hacer rato, pero el error está en creer que eso no es así por un partido perdido o porque se analiza el último que se jugó, sin fijarse en las estadísticas”.

“Si se las mirara (las estadísticas) como corresponde, hace prácticamente cuatro años que el equipo está”, remarcó Mascherano en diálogo con la agencia Télam desde Estados Unidos. “Si me dicen que perdimos algún partido decisivo, es cierto, pero fueron las finales del Mundial de Brasil y la Copa América de Chile. Las finales”, argumentó el subcapitán argentino con un dato no menor en esta apreciación: su perspectiva no abarca solamente la actual gestión de Gerardo Martino, sino también la de su antecesor, Alejandro Sabella, con concepciones diferentes en cuanto al estilo de juego.

Mascherano cumplió ayer 32 años y los celebra en Chicago junto a sus compañeros del seleccionado argentino, después de haber lucido hace dos días en el Levi`s Stadium, de Santa Clara, la cinta de capitán que le dejó vacante su compañero y amigo en Barcelona, Lionel Messi, para la victoria por 2 a 1 sobre los chilenos que encaminó la clasificación a los cuartos de final.

“No hay que enfocarse en que no estuvo Messi, porque es cierto que siempre somos más cuando él está en cancha, pero contra Chile lo reemplazó Nicolás Gaitán e hizo un partidazo. Ojalá ‘Lío’ pueda estar ante Panamá el viernes”, apuntó, y agregó: “Lo importante acá era empezar ganando, pero yo voy muy tranquilo pese a este triunfo, porque simplemente hicimos lo que había que hacer”.

Su futuro inmediato, según las noticias que llegaron desde España en los últimos días lo ubican cambiando la camiseta azulgrana de Barcelona por la blanquinegra de la Juventus, a donde llegaría acompañado por su compañero de equipo, el brasileño Dani Alves, pero él prefiere “no” apurarse para hablar sobre el asunto y prefiere referirse al presente con el seleccionado argentino y el sueño de ser campeón.

“A Chile le ganamos bien porque tuvimos la pelota más que ellos, pero fundamentalmente porque direccionamos la presión hacia donde debíamos. Sabíamos que así podíamos sacar petróleo de alguna pérdida y sucedió, porque de esa manera llegaron los dos goles”, analizó.

“Chile tiene la misma idea de juego que Argentina, que pasa por presionar alto cuando pierde la pelota. Por eso, si bien jugamos mejor el primer tiempo, para el segundo la idea fue darle más salida a ellos, y ahí fuimos más inteligentes, porque los chilenos decidieron tomar un riesgo y nosotros no”, puntualizó.

Entusiasmado con el análisis, porque si algo le encanta es hablar del fútbol propiamente dicho, el santafesino oriundo de San Lorenzo enfatizó: “al ser Argentina y Chile tan similares, durante el partido hubo mucho juego, mucha posesión. Pero atención que nosotros terminamos las jugadas, no solamente tuvimos la pelota. Así contamos con cuatro llegadas importantes antes de los goles, y después, cuando se abrió el partido, creamos más todavía, porque para la contra nosotros tenemos jugadores muy rápidos arriba”.

“Pero eso ya pasó y ahora debemos mirar hacia delante, porque se nos viene Panamá, un equipo físicamente muy fuerte contra el que no te podés distraer. En realidad todos los centroamericanos que participan de este torneo están bien. Por eso esta Copa América es tan pareja”, puntualizó.

Después de este último tramo de la charla el Jefecito sonrió, con esa mueca tan característica que anticipa la despedida, saludó cordialmente y se fue a reunirse con sus compañeros. Sabía que le estaban preparando una celebración y una “manteada”.