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Boca recibirá a Sao Caetano en la revancha de los cuartos de final de la Copa Libertadores en el estadio de Racing, según se informó ayer en la AFA. El cambio de escenario es una consecuencia del veto que el Comité de Seguridad impuso sobre la Bombonera desde el último miércoles, tanto para la competencia local como internacional. El encuentro se jugará en Avellaneda desde las 21, y el cambio de jurisdicción quedó confirmado porque también se obtuvo la conformidad del Coprosede. En relación con el torneo Clausura, el primer partido que tendrá que afrontar Boca como local está programado para el sábado 29, frente a Arsenal, por lo que tiene tiempo para cumplir con los requisitos exigidos por le Comité, y de esa manera volver a jugar en su estadio. A raíz de la sanción, el club emitió un fuerte comunicado en que asegura que la institución está sufriendo “una situación injusta y un tremendo maltrato”.
Mientras, en el mediodía de ayer, la jueza en lo contencioso administrativo federal, Liliana Heyland, había rechazado un recurso de amparo presentado por Boca contra el veto impuesto por el Comité de Seguridad, que le impedía utilizar su estadio. Así lo indicaron fuentes tribunalicias, que señalaron que la magistrada no aceptó favorablemente el pedido del club, y dispuso “desestimar la medida solicitada”. En una resolución de tres carillas la magistrada afirmó que el organismo que vetó el estadio, es decir el Programa de Seguridad en los Espectáculos Futbolísticos (Prosef), “actuó dentro de las atribuciones normativamente conferidas y que aquí son impugnadas”.
Desde el Prosef se le había exigido a Boca que dé cumplimiento, entre otros extremos, a las normas que garantizan el control de acceso de espectadores y de ocupación de capacidades; las medidas de seguridad para entrada y salida de equipos visitantes. El organismo de seguridad también quería que Boca informe sobre las medidas para imposibilitar que los simpatizantes ubicados en la tercera bandeja, puedan pasar a la inferior y las “directivas, normas y procedimientos para la seguridad privada de la entidad”.
En ese sentido, uno de los cuestionamientos que hace Boca es a que en el Comité de Seguridad no hubo buena voluntad para tratar el inconveniente, ya que recién se reunirá el miércoles –un día después del partido ante Sao Caetano–. “Boca ha cumplido con el Decreto 1466/97, y en su permanente actitud de colaboración para con las autoridades, ha contestado ayer a las 18 horas, cada una de las requisitorias que le formuló el Prosef. Sin embargo, y en una actitud que consideramos de poca consideración hacia los socios y simpatizantes de nuestra institución, el Comité de Seguridad se reuniría no antes del próximo miércoles 26 de mayo, para analizar el cumplimiento de las ocho observaciones que a nuestro entender ya están cumplidas y son meramente formales”, dice parte del comunicado que emitió el club. Además, deslinda responsabilidades sobre la reventa de entradas, ya que de acuerdo a la versión de Boca, el club avisó a las autoridades sobre la existencia de ese delito.
Al mismo tiempo, el presidente de la AFA, Julio Grondona, afirmó ayer que en el caso de la clausura del estadio de Boca se pretende “mezclar la política con el fútbol”, y defendió la localía del equipo conducido por Carlos Bianchi en la revancha de los cuartos de final de la Copa Libertadores. Además, Grondona agregó: “A mí me parece que desde lejos se está viendo que se pretende mezclar la política con el fútbol, y yo lo único que les digo es que no mezclen ni de un lado, ni del otro, porque nunca estuvimos en eso, y no comencemos ahora”.