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Dos ciclos televisivos de larga trayectoria fueron dados de baja en Canal 7. Se trata de Los siete locos y El refugio de la cultura, dos históricos ciclos culturales que ocupaban un lugar privilegiado en la pantalla de la emisora estatal. Según señalaron voceros del canal, la medida obedece a una “restructuración de la grilla”. “Decisiones de este tipo son las que me hacen pensar que la función social del canal estatal, la de fomentar y difundir cultura, se está perdiendo”, declaró a Página/12 Osvaldo Quiroga, conductor de El refugio de la cultura. Por su parte, Cristina Mucci, quien hasta esta semana condujo Los siete locos, indicó que la medida le parecía “una barbaridad, porque son programas que desde hacía años estaban establecidos como espacios de debate cultural”. La decisión de las autoridades del canal volvió a poner sobre el tapete el debate sobre el rol de los medios públicos.
La medida de interrumpir las emisiones de los dos ciclos provocó una catarata de opiniones de parte de diversos periodistas, agrupaciones literarias y personalidades de la cultura. Aun cuando los contratos con el canal estaban en ambos casos vencidos –eran coproducciones–, los conductores se enteraron de la mala noticia a través de un telegrama firmado por la abogada del canal.
Enrique Masllorens, subgerente de Relaciones Institucionales del canal, fue el encargado de dar la versión del canal. “Lo único que vamos a decir –apuntó– es que la pantalla de Canal 7 se resuelve en consenso entre la dirección artística y la periodística. En relación con este tema nos vamos a expresar a partir de ahora a través de los hechos y de la nueva programación que se lanzará a mediados de junio.” En este sentido, el vocero adelantó que el vacío cultural dejado por estos dos programas será ocupado por un nuevo ciclo titulado Cultura cero, que irá de martes a viernes de 20 a 21. El nuevo programa, que será conducido por Facundo Carman y apuntará a los jóvenes, estará dedicado a mostrar la cultura “en un sentido amplio”. “No sólo como objeto de consumo, sino vista desde sus hacedores y todo el proceso de concreción”, señala Masllorens.
Tanto Mucci como Quiroga creen que el levantamiento de sus ciclos obedece a la falta de planificación que ostentan los medios públicos en Argentina. “Lo que falta aquí –dice Mucci– es una discusión pública acerca de para qué están los medios públicos. En los países de democracias consolidadas, los medios públicos cumplen un rol fundamental en la formación cívica, cultural y educativa de sus habitantes. Lo que no entiende la clase dirigente es que un medio público es un arma poderosísima a favor de la sociedad si está bien usada. El problema es que éste es un país con mucho atraso institucional y educativo.” Por su parte, Quiroga señaló que “el canal del Estado tiene que responder a las necesidades de la gente. No puede hacer una TV comercial y popular para competir con los canales privados, ya que no les da el presupuesto ni es su rol. Se pretende hacer una TV más popular, se le da lugar a (Georgina) Barbarossa y (Juan Alberto) a Badía, pero no a programas literarios, justo cuando Daniel Filmus está diciendo que ‘no se puede vivir sin libros’. No se entiende”.