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El debut de Enzo Trossero y Américo Gallego, en Talleres e Independiente respectivamente, pasó sin pena ni gloria, en un partido que de cabo a rabo fue lo suficientemente aburrido, sobre todo en lo que respecta al trabajo ofensivo, y terminó sin goles y sin un claro dominador; ambos se preocuparon más por defenderse que por atacar. El árbitro Roberto Ruscio expulsó a Trossero –sin motivo cierto en apariencia– promediando la primera mitad.
El primer tiempo arrancó con buen ritmo, pero el efecto duró poco y el juego se estancó. Independiente tuvo problemas en la creación porque Federico Insúa trasladó mucho la pelota arrancando muy lejos de sus delanteros. Tampoco el capitán Pablo Guiñazú fue salida por la izquierda, ya que Sebastián Carrizo lo controló sin dificultades.
Talleres llegó a su octavo partido consecutivo sin ganar, con dos empates y seis derrotas, resultado de un mediocampo más propenso a la contención que a la asistencia. Carrizo, Adrián Avalos y Gabriel Roth evitaron que el visitante generara fútbol, pero Mariano Monrroy falló como abastecedor. De todas formas, Talleres dispuso de dos oportunidades seguidas, a los 9 y a los 10 minutos, en ambas con Astudillo como protagonista. Primero fue un cabezazo descendente de Astudillo que desvió Darío Sala al córner y un remate cruzado de Manfredi que controló Sala.
Lo de Independiente en cuanto a ofensiva fue mínimo porque en una ocasión Insúa enganchó hacia el centro y desde fuera del área grande disparó de zurda pero atajó Mario Cuenca sin inconvenientes. Además, los de Avellaneda desaprovecharon un cabezazo de Cuba porque fue dirigido sin potencia suficiente y hacia las manos de Cuenca.
En la segunda parte a los dos conjuntos les volvió a faltar contundencia, a tal extremo que la única entrada clara de Independiente fue por un desborde de Insúa por izquierda, quien tiró cruzado y tapó Cuenca. Y Talleres se acercó al gol sólo cuando Vuoso quiso despejar un córner lanzado por Pablo Motta desde la derecha y casi lo mete en contra.