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Boca no pega una. A los rumores de peleas internas y de una crisis de juego, se le suma que Carlos Tevez es la gran duda de Miguel Brindisi. El técnico esperará hasta último momento para decidir si incluye al delantero en la formación titular que esta tarde se enfrentará a Vélez en la Bombonera. El goleador olímpico, que padece una dolencia muscular, no participó del entrenamiento a puertas cerradas que ayer se llevó a cabo en el estadio y fue derivado al sector del gimnasio con el propósito de recuperarlo de la lesión que lo aqueja. De todos modos, el entrenador dispondrá varios cambios en relación con el equipo que el domingo pasado perdió por 2-1 ante Independiente.
Debido a la dolencia de Tevez, Brindisi decidió sumar al grupo al delantero Franco Cangele, que recién ayer se recuperó de una contractura en el glúteo mayor derecho, y a Ariel Carreño, que sería otra de las opciones en el caso de que el delantero no pueda jugar. Si bien no está confirmada la alineación de Boca, se presume que presentará algunas modificaciones. El marcador Rolando Schiavi y el lateral Claudio Morel Rodríguez retornarán a la defensa en reemplazo de Aníbal Matellán y Pablo Alvarez, en tanto que en la mitad de la cancha, los ausentes Diego Cagna y Raúl Cascini, expulsados en Avellaneda, serían reemplazados por Pablo Ledesma y el colombiano Fabián Vargas. En la ofensiva se produciría el retorno de Martín Palermo, que ya cumplió las dos fechas de suspensión que se le impuso como consecuencia de la expulsión que sufrió ante Lanús (0-0), en la primera fecha del torneo Apertura.
En cuanto al momento futbolístico que vive el equipo, el presidente de Boca, Mauricio Macri, consideró que “no escapa a la chatura general del fútbol argentino”, pero remarcó su plena confianza en el actual cuerpo técnico. “Boca jugó muy mal el domingo, pero una mala tarde la puede tener cualquiera. El fútbol argentino está pasando por un mal momento. No hay un equipo que esté en un gran nivel. Casi ninguno tiene una línea de juego definida”, puntualizó Macri.