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La Selección cerró el año con una contundente victoria en el Camp Nou de Barcelona ante el combinado de Cataluña que, además de no ser un equipo consolidado, no contó con sus mejores exponentes. Para el entrenador José Pekerman, el encuentro se justificaba en la posibilidad de continuar observando jugadores: Lionel Scaloni, Maxi Rodríguez y Luciano Galletti fueron los autores de los goles; no se lucieron tanto Ariel Ibagaza ni Santiago Solari, en cambio sí Aldo Duscher, que jugó como volante central y se mostró criterioso.
En el arranque, en la primera jugada que tuvo el equipo que formó Pekerman para este encuentro, con mayoría de suplentes, la Argentina abrió el marcador. De un buen corte en el mediocampo, donde iba a destacarse Duscher –en una posición central a la que no está acostumbrado– salió la habilitación. Galletti, que encaró bien por la derecha, sacó un pelotazo al segundo palo, que el arquero Víctor Valdés, una de las pocas figuras que mostró el equipo catalán, no consiguió contener; el rebote, que fue acompañado por un mal despeje de uno de los centrales, le quedó servida a Scaloni, que sacó un violento derechazo, que se metió pegado al palo derecho de Valdés. Iban apenas 55 segundos de juego.
Después del gol, los locales se lanzaron sobre el campo argentino, donde los tres hombres del fondo, apoyados por Scaloni y Placente, controlaban sin sobresaltos. Sin embargo, de una jugada de pelota parada, Cataluña tuvo oportunidad más clara: cabezazo libre de Damiá, que se le escapó a Duscher, para que Leo Franco se luciera con una buena atajada.
El encuentro, para el que no existió ninguna preparación, no logró salir de lo ordinario. Se esperaba quizá algo más de Ibagaza, que debía ser el conductor, pero estuvo impreciso; esa función trató de llevarla Solari, pero de apurado terminaba desperdiciando las chances.
A poco de iniciarse el complemento, la Argentina amplió la diferencia con una prolija definición de Maxi Rodríguez, que había entrado por Solari. El ex Newell’s recibió un buen centro de Scaloni, que había sido habilitado a su vez por Cavenaghi (ingresado por Diego Milito). Poco tiempo después se lo perdió Scaloni, quien tras llevarse una pelota que Galletti luchaba con firmeza, quedó mano a mano con Valdés, aunque esta vez el arquero cortó el remate al arco de un manotazo.
De un grosero error defensivo, cuando la Argentina volvía a dominar con claridad el encuentro, surgió el tercer gol: un buen disparo de Galletti, que se desvió apenas en la espalda de Rodríguez y terminó descolocando al arquero Morales, reemplazante de Valdés. En los últimos minutos, Pekerman hizo ingresar a Clemente Rodríguez para jugar sobre el lateral derecho (Coloccini terminó de 5) y a Ponzio, que se ubicó por la derecha, donde había jugado Scaloni.