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La FIFA advirtió a los responsables del fútbol italiano que seguirá “muy de cerca” sus movimientos y decisiones tras el saludo fascista del delantero de la Lazio Paolo di Canio. El jugador imitó el saludo fascista del dictador Benito Mussolini para festejar un gol en el triunfo ante la Roma, el jueves, en el clásico de la capital italiano. Di Canio, polémico delantero y capitán de la Lazio, lleva tatuado en su brazo la palabra “Dux”, “Duce” en latín.
Según Claudio Lotito, vicepresidente del Lazio, el brazo derecho de Di Canio extendido al frente tras convertir el 1-0 ante la Roma no fue un “saludo nazi”. Di Canio “no quiso de ninguna manera enviar un mensaje político”, aseguró Lotito. “Se trata de un partido de la Serie A, que depende de la Federación Italiana. En primera instancia es a ellos que corresponde actuar”, explicó un portavoz de la FIFA.
El domingo, un grupo de hinchas del Inter mostró su apoyo al jugador de 36 años. “Honor a Di Canio” rezaban algunos carteles. Muy diferente a lo sucedido en Florencia, donde el Lazio derrotó 3-2 a la Fiorentina, con silbidos de desaprobación y gritos de “fascistas” que se hicieron sentir. Alessandra Mussolini, nieta del Duce y diputada por un partido de ultraderecha, no sólo quedó encantada con la actitud de Di Canio sino que lo invitó a entrar a la política: “Si quiere, Paolo puede entrar en nuestro partido”. El jugador puso sus límites: “Soy futbolista, mis estallidos de felicidad no tienen nada que ver con la política”.
Hincha del Lazio de toda la vida, Di Canio jugó varias temporadas en el fútbol inglés antes de regresar a Italia. Nunca ocultó sus ideas políticas, a tal punto que reveló en su autobiografía la simpatía que siente por Mussolini.