DEPORTES › MARIANO PUERTA CONTRA GUILLERMO CAÑAS
Por un lugar en la semifinal
Por Sebastián Fest
Desde París
Son “los marginados” y saldrán hoy a jugar las semifinales de Roland Garros, donde mostrarán “otra cara” del tenis, un día después de las actuaciones que cumplieron las estrellas Roger Federer, al vencer al rumano Viktor Hanescu por 6-2, 7-6 (7/3) y 6-3, y Rafael Nadal al derrotar a David Ferrer por 7-5, 6-2 y 6-0, en lo que será el choque más esperado del torneo. No habrá “glamour” ni superdotados, sólo esforzados trabajadores del tenis buscando la antesala de la final en uno de los cuatro torneos más importantes del mundo. Mariano Puerta y Guillermo Cañas abrirán la jornada de cuartos de final (televisa ESPN desde las 7), seguidos del ruso Nicolai Davydenko y el español Tommy Robredo.
Tal vez la historia más impactante resulte la de Puerta, de 27 años y 37º del mundo, pero sumergido más allá del puesto 500 hace unos meses debido a una suspensión por doping. “Aprendí a disfrutar. Todo lo que me pasó me hizo aprender. Con mucho esfuerzo empecé de cero, estaba por debajo del 500 del ranking. Todo me costó mucho, por eso ahora valoro cada cosa”, explicó el argentino, quien dice haber consumido de buena fe un producto prohibido –clenbuterol, recetado para el asma–, lo que no impidió una sanción de nueve meses que terminó de cumplir el 1° de julio de 2004.
Cañas tiene la misma edad que Puerta (27 años) y sufrió problemas similares, aunque sin doping de por medio. Cuando estaba jugando mejor, con los cuartos de final de Roland Garros y la conquista del Masters Series de Toronto, llegó una lesión en la muñeca que lo dejó fuera de competencia durante casi todo el 2003. Regresó al año siguiente, y sorprendió logrando resultados que lo encaramaron al puesto 11º del ranking. Hoy es uno de los diez mejores del mundo, pero sigue llevando la indumentaria “WC” (Willy Cañas), deseada por él mismo cuando vio que no había patrocinadores interesados en que vistiera sus modelos.
Robredo no ha vivido sinsabores como ésos, pues su ascenso fue metódico y constante. Pero pese a ser el número 16º del mundo, en la España de Nadal, Carlos Moyá y Juan Carlos Ferrero, siempre estuvo en un segundo plano. Por eso esta actuación parece una revancha para alguien que siempre pareció estar relegado.
Davydenko tampoco sufrió mayores problemas, pero su estampa delgada y su rostro inexpresivo estuvieron primero a la sombra de Yevgueni Kafelnikov, y ahora de Marat Safin. Nació en Ucrania, pero juega para Rusia, y saldrá con motivación a enfrentar a Robredo: si gana se asegurará un cómodo lugar entre los diez mejores tenistas del mundo.