DEPORTES › ARGENTINA TIENE UN FINALISTA
EN PARIS POR SEGUNDO AÑO SEGUIDO
Está golpeando la Puerta del cielo
Mariano Puerta, que hace un año estaba casi en el puesto 500 del ranking mundial, superó en cinco sets al ruso Davydenko y se clasificó para definir Roland Garros ante el español Rafael Nadal, que superó al suizo Federer.
Por Sebastián Fest
Desde París
El argentino Mariano Puerta superó ayer sus sueños más enloquecidos para alcanzar la final del Abierto de Roland Garros al derrotar al ruso Nicolay Davydenko por 6-3, 5-7, 2-6, 6-4, 6-4 en un emocionante partido de casi tres horas y media de duración. Ahora se medirá con el español Rafael Nadal, la sensación de la temporada 2005, que se sacó de encima al número uno del mundo, el suizo Roger Federer. De esta forma, Argentina repite finalista, ya que en la edición anterior del tradicional certamen parisino definieron Gastón Gaudio y Guillermo Coria.
“Siento que estoy en el paraíso, este torneo me cambió la vida”, señaló Puerta segundos después de un triunfo que es un perfecto ejemplo de “resurrección” deportiva: hace menos de un año se ubicaba por debajo del puesto 500 del ranking mundial y comenzaba una gira por países como Irán, Uzbekistán o Bolivia, pero mañana luchará en París por un título de Grand Slam y, si gana, se convertirá en uno de los diez mejores del mundo.
El zurdo cordobés, 37 del ranking, aseguró que “nadie en el mundo” se siente hoy más feliz que él. Puerta se convierte así en el cuarto jugador argentino en alcanzar la final del Abierto de Francia. Guillermo Vilas lo ganó en 1977 y Gastón Gaudio lo hizo en 2004 cuando derrotó a su compatriota Guillermo Coria en la final. Además, el otro argentino finalista en un Grand Slam fue David Nalbandian en Wimbledon 2002.
Davydenko, 12 del ranking, no pudo aprovechar su ventaja de dos sets a uno y un 4-2 en el set final, pero elogió con elegancia a su rival: “Fue un partido increíble, tuve mala suerte, pero él se lo mereció. Igual estoy muy feliz de haber estado en las semifinales de Roland Garros”.
Puerta, de 26 años, se medirá mañana con Nadal en busca del título, pero ya se aseguró 440.000 euros (unos 538.000 dólares) por ser finalista y, además, si gana el torneo doblará esa cantidad. El argentino es el décimo jugador no preclasificado que accede a la final de Roland Garros en los últimos 37 años, y el quinto de peor ranking desde 1973 en disputar el encuentro decisivo. Campeón en Casablanca y finalista en Buenos Aires, Puerta fue superando mes a mes todas las previsiones que tenía para la temporada 2005, que comenzó desde el puesto 262 del ranking.
El choque de ayer, disputado en una jornada ventosa que complicó mucho el juego de ambos, cobró emoción con la recuperación de Puerta en el cuarto set, cuando el argentino parecía acabado. “Sentí por momentos que estaba jugando en Buenos Aires, de tantos argentinos que había alentándome. Me siento orgulloso de haber levantado un partido así”, confesó Puerta, que desapareció de los primeros planos del tenis tras una lesión de muñeca y una suspensión de nueve meses por doping entre octubre de 2003 y julio de 2004. Un tribunal independiente del programa antidoping de la ATP determinó que el argentino recibió clenbuterol de su preparador físico para tratar un ataque agudo de asma, y que la sustancia no elevó su rendimiento deportivo.
Davydenko tuvo la posibilidad de rematar el partido para pasar a la final, pero Puerta resurgió gracias a un drive furioso y a la decisión de no dar ningún punto por perdido ante un rival que flaqueó en momentos claves. El argentino gritó con alegría y euforia su victoria, mientras en la tribuna su suegra lloraba, Vilas sonreía y aplaudía, y su entrenador, Andrés Schneiter, celebraba apretando los puños. “Los argentinos jugamos al tenis gracias a Guillermo, y hoy durante las tres horas y media él me hablaba y me alentaba. Yo, al lado de Vilas, no soy nadie. Y él me ayudó mucho cuando tuve el tema del doping. No me olvido de eso”, aseguró Puerta.
El argentino habló extensamente, haciendo casi una catarsis en la sala de prensa. “Siempre estuve convencido de que podía jugar bien. ¡Pero no tan bien! ¡No puedo creer que el domingo tengo que jugar la final de Roland Garros! Y es más increíble aún si se piensa que de los últimos cuatro años prácticamente dos estuve fuera del circuito”, señaló el tenista, que hasta ahora tiene tres títulos de ATP. “Es increíble que en tan poco tiempo se pueda subir tanto. Debo haber hecho las cosas bien, porque estamos en un deporte donde nadie le regala nada a nadie”, agregó el cordobés, que considera que su enfrentamiento ante Nadal será una “batalla”. “Los dos jugamos igual, somos zurdos y les pegamos a todas las pelotas”, analizó Puerta, que igualmente tiene muy claro lo que debe hacer ante el español: “Voy a luchar como loco para ganar. No sé si alguna vez en mi vida voy a volver a estar en una final de Grand Slam”.