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Ante la inminencia de un nuevo Mundial de fútbol la polémica vuelve a presentarse. ¿Pueden los futbolistas mantener relaciones sexuales durante la alta competencia? Mientras algunos de los verdaderos protagonistas consideran que puede ser perjudicial para el rendimiento físico de los futbolistas, otros están convencidos de que el sexo no influye en absoluto en el nivel que un jugador puede exhibir en el campo de juego. Pero la disputa no atañe solamente a los profesionales de la pelota: los especialistas en sexo tampoco se ponen de acuerdo sobre si es saludable o tabú tener relaciones sexuales antes de la máxima competencia del fútbol.
Uno de los que tiró la primera piedra fue el director técnico de Brasil, Luis Felipe Scolari, muy enérgicamente, al señalar hace una semana que en su plantel “no habrá nada de sexo los días de partido, y varios días antes y después”. Felipao fue más allá: “Lo que digo es que si el individuo no tiene capacidad de administrar y reprimir el deseo sexual durante una etapa establecida, entonces en lugar de ser un ser humano es un bicho, un animal”.
A partir de las declaraciones de Scolari comenzaron a escucharse adhesiones y críticas, aunque siempre desde el ámbito especializado del fútbol. En ese sentido, Página/12 eligió dialogar con algunos especialistas en sexología para aclarar un poco más el panorama. Mario Huguet, director del Centro Integral de Sexología (CIS), analiza la situación de la siguiente manera: “Una cosa es un mundial o 15 rounds de boxeo en la alta competencia, y otra cosa es una persona que juega al fútbol dos veces por semana en una cancha de papi-fútbol. Los preparativos son distintos. En definitiva, la decisión será del técnico. Pero una relación sexual no produce más desgaste que subir dos pisos por escalera”. Comparando la realidad actual con la de hace varias décadas atrás, Huguet resalta que “el entrenador sabrá si le permite tener relaciones a un futbolista, más que nada por el riesgo de la distracción emocional, o por la alteración física y psíquica. Pero yo recuerdo que en la historia del boxeo a Pascual Pérez lo llevaron con su esposa a pelear por el Campeonato del Mundo, para que mantuviera relaciones”. Y subraya: “Es distinto si una persona tiene contacto con su pareja habitual que si lo mantiene con otra pareja, hay otra excitación. Ahora el nivel de profesionalismo es distinto al de las décadas del ‘50 y ‘60. Además, también cambiaron los números que se manejan en el fútbol como para que un jugador se vaya de joda unos días”.
Al igual que Scolari, otro de los que tomó distancia del sexo durante la Copa del Mundo fue el entrenador de Italia, Giovanni Trapattoni, quien señaló que “después de la primera vuelta los jugadores podrán ver a sus parejas, pero no antes, ya que en el Mundial la plena forma física es imprescindible”.
Otro profesional que investiga el tema es León Gindin, profesor de Sexualidad y Salud en la Universidad de Belgrano: “Esto viene de hace más de 20 o 25 años. Acá existe una realidad: un jugador recupera todas sus fuerzas una hora después de mantener relaciones. Es más, hasta una hora antes del partido se puede hacer el amor”. Y agrega: “Creo que un futbolista juega mejor si está relajado, y eso se consigue manteniendo relaciones. Además, un técnico no puede comprobar qué hace un jugador con su mano en los momentos previos al juego. Esta disyuntiva no tiene asidero científico”.
La estrategia opuesta a la de brasileños e italianos será la que adoptará Francia, el campeón del mundo y actual campeón de Europa. Los integrantes del plantel podrán ser acompañados por sus esposas o novias durante los primeros días de la concentración en Japón. La Federación Francesa de Fútbol (FFF) ha invitado a las mujeres de todos los jugadores a compartir la concentración con sus compañeros dos días antes del partido inaugural, el viernes 31 de este mes ante Senegal, y hasta el 8 de junio próximo, después de jugar el segundo encuentro de la primera ronda. Henri Emile, uno de los ayudantes del técnico francés Roger Lemerre, afirmó que la presencia de las mujeres de los jugadores “tuvo su importancia en la victoria en el Mundial de 1998”, y que “fue una idea del entonces entrenador Aimé Jacquet”. Además de Lemerre, el conductor de Inglaterra, el sueco Sven Goran Eriksson tampoco cree que el sexo pueda disminuir el rendimiento físico de los jugadores. La innovación no es reciente: la Naranja Mecánica, Holanda 1974, no solo impactó por su producción futbolística. Que se concentraran con sus mujeres impresionó tanto como lo que jugaron.
La directora del Departamento de Sexología de la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires, Virginia Martínez Verdier, destaca que “esto no sólo sucede con el fútbol, en otros deportes también ocurre. Desde la sexología consideramos que no es perjudicial. Si hay contacto con sus parejas habituales habrá relajación y serenidad. Pero si son prostitutas o mujeres ocasionales, ahí la situación cambia porque hay tensión, y eso sí puede provocar un desgaste”.
De todas maneras, Martínez Verdier considera que “el tema pasa por lo emocional. Si son relaciones placenteras aparecen las sustancias endorfinas, que son estimulantes naturales y son segregadas por el cuerpo, y esto le da más energía a una persona. En el caso contrario se presenta la adrenalina, que son sustancias para la defensa. En cuanto al horario, no es condicional. Lo mejor sería dormir ocho horas antes de un partido: tener relaciones sexuales dos horas antes del partido no sería conveniente”.
El Mundial se acerca y el fútbol pasará a ocupar el lugar de privilegio. A esa altura, pocos se acordarán dónde y con quién estuvieron los futbolistas la noche anterior al partido.