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Con la victoria 3-1 frente a Once Caldas, Boca dio un gran paso para ganar la Recopa Sudamericana. No sólo porque consiguió un buen resultado –le alcanzaría con empatar o perder por la mínima diferencia–, sino porque dejó en claro que quiere ser protagonista del juego y que, del medio para arriba, puede llegar al gol por diversos caminos y distintos hombres.
Pero para tratar de asegurar este título, cuando el próximo miércoles vuelva a enfrentarse con los colombianos en Manizales, el equipo de Basile deberá atender algunas cuestiones importantes que lo debilitan: los errores defensivos, que hacen que los rivales les conviertan con mucha facilidad, y ciertas dificultades para liquidar los partidos, a pesar de contar con inmejorables chances.
Cierto es que Basile no encontró todavía su equipo ideal. Le sobran variantes de peso y por eso parece dispuesto a seguir probando, al menos mientras los resultados lo avalen. Aunque algunos de esos movimientos que produjo ya permitan dar rienda suelta a la ilusión: la sociedad Gago-Battaglia; el todoterreno Bilos, que la rompe como volante y también como centrodelantero, y la calidad de Palacio para desarmar defensas, por dar los ejemplos más destacados.
“Era una final que había que ganar. Ayer (por el miércoles) se vio al mejor Boca, sobre todo en el primer tiempo, ya que en el segundo no tuvimos tantas situaciones y perdimos un poco la pelota”, apuntó Gago. “Me siento cómodo en ese lugar, porque tengo más claridad y volumen de juego. Con Battaglia nos entendemos muy bien”, señaló luego el juvenil. Por su parte, Basile comentó: “Estoy convencido de que, como centrodelantero, Bilos hará muchos goles, ya que es muy difícil de marcar en el área”.
El entrenador está manejando muy bien la ansiedad de los “históricos”, que por estos días se sienten un poco relegados e incluso deslizaron algunas críticas sobre la forma en que juega el equipo, que le apuntan a Basile. Es probable que este accionar del técnico se sostenga en la obtención de buenos resultados: si Boca gana, la queja de los relegados es una cuestión menor; si no, la presión podría ser preocupante.
“Boca debió haber hecho algún gol más para ir más tranquilo a Colombia”, admitió Basile. El punto es que Boca, además de salir a ganar para asegurarse el título, tendrá que cuidar muy bien su arco, porque los colombianos saben, como expresaron sus medios de prensa, que “Boca es un conjunto frágil defensivamente, que por estar en formación es tan vulnerable como cualquiera”. El conjunto demostró –en poco más de 15 minutos– que, si se lo propone, puede convertirle goles al Once Caldas, que ya no es el mismo equipo que ganó la Libertadores 2004. Por más adverso que se dé el desarrollo en Palogrande, los de Basile tienen con qué anotar los codiciados goles de visitante.