La selección chilena de fútbol llegó ayer a Buenos Aires para jugar mañana ante Argentina, en la primera fecha de las eliminatorias del Mundial de Alemania 2006, sin la presencia de Marcelo Salas y David Pizarro, sus figuras principales, que se quedaron en Santiago para recuperarse de las lesiones que padecen. De todas maneras, el entrenador chileno, Juvenal Olmos, se mostró optimista para este encuentro antes de subir al avión: “En las Eliminatorias pasadas no tuvimos una buena lectura del partido (1-4 en Santiago), fuimos muy permeables por los costados, aunque eso no significa que Argentina vaya a jugar ahora de la misma forma”. La delegación chilena se alojó en el Hotel Intercontinental.
Olmos también indicó ayer que “a pesar de que no hemos tenido una preparación amplia, tendremos algunas posibilidades concretas si hacemos bien las cosas, si somos impecables, si somos atrevidos a la hora de sacarnos todos los complejos que supone jugar con Argentina”. Y aclaró que “nunca se sabe, en el fútbol los partidos siempre hay que jugarlos”.
El técnico reiteró antes de partir que confía en contar con Salas y Pizarro el próximo martes, cuando su equipo reciba a Perú por la segunda fecha. Salas se recupera de una distensión en el isquiotibial de la pierna derecha, y Pizarro de una inflamación en el músculo del peroné derecho. El médico del equipo chileno, Fernando Radice, precisó que ambos jugadores seguirán su tratamiento en Santiago, y destacó que hasta ahora han evolucionado muy bien, por lo que está seguro de que llegarán “en condiciones” al partido contra Perú.
Chile presentaría a Nelson Tapia; Cristián Alvarez, Contreras, Olarra, Rodrigo Pérez; Marcos González, Meléndez, Martel, Mark González; Navia y Héctor Tapia.