El presidente de Boca, Mauricio Macri, respaldó a su vicepresidente, Pedro Pompilio, quien dijo que los jugadores de River “están nerviosos porque la Copa Libertadores es casi una obsesión para ellos”. Mientras tanto, el vicepresidente del club de Núñez, Julio Macchi, justificó a Marcelo Gallardo por sus reacciones, al decir que antes “fue duramente golpeado”.
Macchi consideró que antes de que Gallardo fuera expulsado por el árbitro Claudio Martín “había recibido duras faltas de Villarreal y de Cascini que, seguramente, lo descontrolaron”. Además, el dirigente justificó lo sucedido por el contexto. “Fue atípico por el marco. Los incidentes se originaron porque los jugadores estaban exacerbados por lo que ocurrió la semana previa”, consideró Macchi.
Tras cerrar la transferencia de Luis Perea en 4 millones de euros al Atlético de Madrid, Macri aclaró que se enteró del resultado y del trámite del partido en un avión que lo trasladaba desde Madrid a Cataluña. “Hablé con dirigentes, jugadores y cuerpo técnico y todos estaban todos muy enojados con el desenvolvimiento del partido y las jugadas polémicas”, señaló Macri. Cuando le dijeron que Pompilio había señalado que “los jugadores estaban nerviosos porque la Copa Libertadores es casi una obsesión para ellos”, Macri lo justificó: “Respaldo lo que diga mi vicepresidente”.