Mar del Plata está viviendo el acontecimiento deportivo del año, de acuerdo con lo que afirman los organizadores y los medios de prensa locales. Es que la concreción del Mundial U-21 se convirtió en un éxito a partir de la calidad de los participantes, de la cantidad de público que asistió a los partidos de la primera fase aun cuando la Argentina no jugaba en esta subsede y de los elogios recibidos por parte de las delegaciones visitantes. Incluso, la realización del certamen sirvió para que el intendente de General Pueyrredón, Daniel Katz, fanático del básquetbol y reconocido hincha de Peñarol en la Liga Nacional, lo utilizara como plataforma para lanzar la candidatura de la ciudad para los Juegos Panamericanos de 2011, algo muy improbable, aunque con el objetivo principal de aspirar a la edición 2015, justo cuando se cumplan 20 años de la primera vez que Mar del Plata acogió a los Juegos.
Pero más allá de la trascendencia del torneo, el tema cotidiano para los marplatenses pasa por la IV Cumbre de las Américas, que se llevará a cabo en noviembre y que cada día genera versiones diferentes sobre cuestiones relativas a la seguridad y a lo que se vivirá en la ciudad cuando lleguen los mandatarios, entre ellos George Bush. El cartel “Mar del Plata, Ciudad Cumbre” acompaña cada una de las obras que se están realizando, y que van desde la repavimentación de todos los ingresos a la completa remodelación del Parque San Martín. Y claro, muchos de los rumores suenan más que disparatados, de ahí que Katz les haya pedido a los habitantes de la ciudad que sean “cautos, prudentes y serios” respecto de las polémicas que se están planteando. Igualmente, el intendente admitió que muchos de los inconvenientes se están armando por la falta de información oficial.
Desde la preocupación de los comerciantes de la zona afectada, que deberán acreditarse al igual que los vecinos que viven alrededor del hotel Sheraton, sede de la Cumbre, hasta la supuesta matanza de perros vagabundos en el centro para limpiar las calles por expreso pedido de los organizadores, los temas son innumerables. Incluso, hasta se insinuó la construcción de un megatúnel que iría desde la Base Naval en el puerto hasta el hotel, atravesando por debajo al Golf de Playa Grande. Pero otros problemas son bien concretos, como el de los alumnos del Instituto Gutenberg, un colegio con jardín, primario y secundario ubicado a una cuadra del Sheraton, que no tendrán clases; no está definido por cuánto tiempo. O qué pasará con el cementerio de La Loma, separado del hotel apenas por la avenida Paso.
Claro que ni el deporte se salva. Para esa fecha, el estadio José María Minella iba a servir de escenario para un encuentro amistoso de la Selección Argentina en el que Gabriel Batistuta y Diego Simeone iban a tener sus despedidas oficiales de la camiseta albiceleste. Pero por la Cumbre, ante la imposibilidad de que se concentre tanta cantidad de gente, el máximo goleador y el jugador con mayor cantidad de presencias en la Selección deberán esperar para su homenaje. Tampoco tienen claro qué pasará con sus compromisos los dirigentes de Aldosivi, que jugará en esta temporada de la B Nacional, o los de Peñarol y Quilmes en la Liga Nacional. El básquetbol tiene su evento de gala, pero la Cumbre es el tema de los marplatenses.