Renata Dubini asumió la dirección del Acnur para las Américas en medio de un escenario desalentador: de acuerdo al organismo, la cifra de refugiados, desplazados internos y solicitantes de asilo alcanzó las casi 60 millones personas en 2014. Un record histórico alimentado por los conflictos armados en Medio Oriente y Africa. En 1988 ingresó en el Acnur y más tarde se desempeñó como jefa del equipo de emergencias del organismo durante la guerra de Kosovo y la crisis de Africa occidental, en los ’90.

Entre 2007 y 2009 fue representante del Acnur en Liberia, donde trabajó junto a otras organizaciones con el propósito de consolidar el programa para personas desplazadas y promover el retorno de los refugiados. Dentro del Sistema del Equipo País de las Naciones Unidas –el conjunto de agencias, programas y fondos de la ONU que cooperan conjuntamente en un determinado país ante una crisis o conflicto– su labor para lograr la paz en esa nación africana fue destacada y ampliamente reconocida.

En Siria se hizo cargo de un enorme grupo de refugiados urbanos, a la vez que lideró la respuesta inicial del Acnur ante los desplazamientos internos. En 2011 fue galardonada con el Premio por Excelencia que otorga el organismo (Unhcr Award for Excellence) por incitar a sus colegas a hacer una diferencia en la vida de los refugiados.