DISCOS
Lanzamientos
BLEED LIKE ME
Garbage Warner, 2005
Desde aquel formidable debut de 1995, hay que decir que Garbage fue perdiendo el poder de sorprender, lo que no quiere decir que se haya convertido en una mala banda. Después de cuatro años de meditación tras Beautiful Garbage, Butch Vig, Steve Marker, Duke Erikson y, claro, la femme fatale Shirley Manson, vuelven a la carga con un disco igualmente carente de sorpresas, pero potente y compacto. Canciones como Sex Is Not The Enemy, Run Baby Run o Metal Heart salvan el día, aunque no hay que pedir grandes logros. E. F.
EN SON DE LA TIERRA NUEVA
Claudio Sosa, B&M, 2005
El músico Claudio Sosa no alcanza vocalmente los tonos épicos de su tía ilustre, Mercedes Sosa, pero enfoca la austeridad de su voz hacia un registro de fuerte simbología política. En su interpretación hay dolor y hay bronca, y se vislumbra la preocupación por los alcances del mensaje. No necesariamente las canciones de este disco recorren el trajinado target de la “denuncia”. La actitud se transparenta a veces en forma velada y también a través de los autores que firman los temas, desde el Pica Juárez hasta el Duende Garnica y Fernando Barrientos. F. D.
IN BETWEEN DREAMS
Jack Johnson, Universal, 2005
El hawaiano Jack Johnson cambió la tabla de surf por la guitarra acústica. No es chiste: dejó una promisoria carrera como deportista profesional para dedicarse a hacer canciones en las que las estrellas son las melodías luminosas. Never Know, Banana Pancakes y la bella Sitting, Waiting, Whising, entre otras, son cálidas pinceladas de sol que se quedan con uno desde la primera escucha. Hay influencias del folk, el reggae, el blues y el hip hop, pero traducidas en una delicada combinación entre la voz de Johnson y su acústica. R. C.
DESPEDIDA DEL AMOR
David Sotelo, U.M.I. 2005
Entre la ciudad y el campo (el barrio porteño de Balvanera y la localidad bonaerense de Chivilcoy deben entenderse, en este caso, como referencias puntuales que invitan a hurgar en influencias no tan precisas como los nombres propios), Sotelo concibió este disco. El folklore y el tango quedan expuestos, entonces, a un diálogo que encuentra más puntos de confluencia que de tensión. Es en ese territorio híbrido, de cruces y diálogos inconclusos, donde mejor se perfila el cd, que cuenta con el inestimable aporte de Oscar Alem en piano. F. D.