La empresa Shell volvió a modificar el precio de la nafta súper en las pizarras de la red de estaciones de su propiedad. Con un valor de 2,76 pesos por litro, el producto acumula un aumento del 38 por ciento en lo que va del año. La política de miniaumentos –esta vez fue del 2,2 por ciento– ha venido siendo imitada por sus competidoras, aunque el incremento acumulado es inferior en las otras marcas.

Los conflictos por el aumento en los combustibles parecen extenderse como una densa nube sobre todo el mundo. En Nueva Delhi, India, por decisión administrativa del gobierno, se dispuso ayer un ajuste del 10 por ciento en los precios. En París se multiplicaron las protestas de camioneros y taxistas, que ayer volvieron a marchar por la ruta de acceso al aeropuerto Charles de Gaulle y la de circunvalación a la localidad de Toulouse. En la misma capital francesa, ayer comenzaron las deliberaciones de los ministros de Finanzas de la OCDE, cuyo tema central son los problemas por el precio de la energía.

En Malasia, ayer se informó la decisión de incrementar en 40,6 por ciento los combustibles, luego de que se conociera que el gobierno está gastando 14 mil millones de dólares en subsidios para contener el precio. Más cerca, en Chile, ayer se cumplió el segundo día de paro de camioneros en protesta por un alza del 40 por ciento en el precio de los combustibles en lo que va del año. En Perú, dos aerolíneas suspendieron sus vuelos a seis destinos para contrarrestar los mayores costos en carburantes, mientras que United Airlines, segunda compañía aérea estadounidense, anunció que reducirá su flota en 100 aviones y se desprenderá de 1100 operarios aduciendo los mismos motivos.