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La presidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezó ayer un acto donde Aerolíneas Argentinas recibió el segundo avión Boeing 737/700 que la compañía adquirió para reforzar sus servicios. Para este fin de semana se espera la llegada de otro avión (B-737/700) de un grupo de diez aeronaves del mismo fabricante que ingresarán en los próximos meses en concepto de leasing. Por otro lado, el Gobierno continúa negociando con el grupo Marsans para lograr el traspaso de un contrato que firmaron los españoles con la compañía Airbus por decenas de aviones.

Fernández de Kirchner afirmó que cuando el Estado se hizo cargo de Aerolíneas, a partir de su expropiación, “la situación no era idílica, ya que se debían pagar todos los sueldos de la empresa privada”. La mandataria hizo estas declaraciones días después de que Mauricio Macri y Francisco de Narváez criticaran la nacionalización de la línea de bandera.

Los B-737 reemplazarán paulatinamente a otras aeronaves de la flota, como los B-737/200, lo que representará para la compañía estatal una mayor autonomía en las operaciones, menores costos de mantenimiento y bajas emisiones contaminantes. “En la época privada, Aerolíneas no tenía aviones, viajaba a veces sin catering, no tenía futuro ni ilusiones”, aseveró la Presidenta.

Las dos nuevas aeronaves están configuradas de distinta manera, ya sea para vuelos de cabotaje o regionales. Una posee 12 butacas en clase business y 125 en turista, mientras que la otra solamente tiene clase turista con 149 asientos.