Según datos que adelantó el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, los trabajadores a los que el Gobierno subsidia una parte del salario llegan a 150 mil. Es en el marco del Programa de Recuperación Productiva (Repro), cuyo objetivo es impedir despidos en el sector privado. Representa una de las medidas contracíclicas para paliar los efectos locales de la crisis internacional. El titular de la cartera laboral indicó que “con la crisis el sector precario fue el más perjudicado por la pérdida de puestos de trabajo”. La informalidad, según los datos que ofreció el ministro, asciende al 38 por ciento, que supone una suba frente al 36,6 que publicó el Indec para el segundo trimestre.

Por el cambio en el contexto internacional, reflejado en la baja de la demanda externa y caída de precios, sumado a una dinámica interna que tendía a la desaceleración, la economía cayó en la primera parte del año. En particular, el impacto fue mayor para el caso de la industria, en relación con los servicios. Para limitar estos efectos sobre el empleo, Trabajo utilizó en forma intensiva el Repro, un instrumento creado en 2002 con el paquete de leyes de emergencia económica. Permite a las empresas en una situación económica delicada dejar de pagar una parte del salario de sus empleados, mientras que el Ministerio de Trabajo cubre una porción o la totalidad de esa baja con un subsidio de hasta 600 pesos por mes por trabajador. La condición es que no haya despidos.

Los 150 mil trabajadores alcanzados por los 600 pesos que otorga el Repro representan alrededor del uno por ciento del desempleo, que se ubicó en el 8,8 por ciento en el segundo trimestre del año. La mayoría de las empresas subsidiadas son pequeñas y medianas. El Repro alcanza a los trabajadores registrados, pero el ministro admitió que los trabajadores “en negro” fueron los más perjudicados por la crisis, flagelo que, según datos que ofreció Tomada, afecta al 38 por ciento de los trabajadores.