A pesar de la crisis financiera internacional y su impacto en el consumo y la inversión local, la economía logró recomponerse en el último trimestre y cerrar el año en positivo. Según el Indec, la economía creció durante el año pasado el 0,9 por ciento respecto del acumulado de 2008. En diciembre pasado, en tanto, se incrementó en un 5 por ciento contra igual mes del año previo, de acuerdo con el detalle del Estimador Mensual de Actividad Económica que difundió el organismo estadístico. La cifra había sido adelantada por la presidenta Cristina Fernández a mediados de enero y ayer la reiteró durante un acto de licitación de obras hidroeléctricas (ver páginas 6 y 7). La mandataria defendió entonces allí “el consumo y la demanda agregada” como motores de la economía.

La economía había comenzado a mostrar señales de recuperación en los últimos meses, luego de la caída registrada en el período que comprende abril y julio. Las medidas implementadas desde el Gobierno para dar impulso a la demanda interna y el gasto público permitieron sustentar la actividad. Sobre todo, en los dos últimos meses la mejora fue mucho más marcada. En septiembre, el crecimiento de la actividad económica fue del 0,4 por ciento; en octubre, del 0,6; y para noviembre, del 2,2 por ciento.

Según informó el Indec, la actividad económica creció en diciembre el 5,0 por ciento en relación con igual período del año anterior. El indicador desestacionalizado de diciembre contra noviembre previo evidenció una suba de 1,8 por ciento, mientras que el acumulado de los últimos doce meses contra igual período arrojó una variación positiva del 0,9 por ciento, de acuerdo con el EMAE. Este indicador es difundido con un retraso de dos meses y es un adelanto del informe de evolución del PBI, que se informa trimestralmente. La mejora del EMAE en 2009 se dio gracias a un repunte de todos los indicadores económicos en el último trimestre del año.

“Aun con esta crisis hemos sobrellevado el año 2009, logrando un crecimiento del 0,9 por ciento”, había dicho la Presidenta horas antes de que se conocieran los datos del Indec. “Tuvimos tres meses mortales, mayo, junio y julio, que fueron de crecimiento negativo, pero pudimos sobrellevar eso y tener el mejor superávit comercial de la historia”, agregó. El Indec informó además que la actividad manufacturera en enero creció 5,4 por ciento en términos desestacionalizados contra igual mes del año anterior (ver aparte). Por su parte, el Ministerio de Economía anunció que el superávit primario de enero fue de 1033,6 millones de pesos y el resultado financiero fue superavitario en 433,8 millones (ver página 7).

A contramano de los datos oficiales, las consultoras privadas señalan un retroceso de la actividad, que algunos estimaron en hasta 3 por ciento. Igual que con la inflación, sus métodos de cálculo no son conocidos. El EMAE que presentó el Indec se elabora con indicadores que se utilizan para medir la evolución del Producto, anticipándose a ese dato más abarcativo que se difunde trimestralmente.

La Presidenta cuestionó a la oposición por criticar y no presentar ideas, y a algunos sectores empresarios por sostener que los aumentos salariales no deben ser superiores al nivel de inflación. Sobre los primeros, se preguntó “si las ideas que nos propusieran fueran mejores, ¿por qué no las haríamos?, ¿de caprichosos?”. “Muchos de los que nos critican no hicieron obras importantes”, afirmó Fernández de Kirchner. En cuanto a los empresarios, señaló: “Dicen que no puede haber aumento salarial por sobre la inflación, ¿y si se limitaran las ganancias de las empresas” a ese parámetro?, se preguntó. “Esto ha provocado, históricamente, los cuellos de botella que truncaron a este país”, expresó.

“Asumimos en la peor crisis de la historia: endeudados, sin trabajo, sin esperanzas, y hemos sobrellevado el 2009, el peor de la historia, batiendo records”, afirmó la Presidenta. En ese sentido, la mandataria resaltó el rol del consumo como herramienta para conducir a un crecimiento de la actividad económica. “El capitalismo es incentivar la demanda, aumentar la oferta y ganar por volumen, y no por precio, como estamos acostumbrados culturalmente los argentinos”, concluyó.